Organizaciones campesinas, sociales, académicos e investigadores exhortaron al gobierno de México “a no ceder ante los chantajes” de empresas agroalimentarias de Estados Unidos que han emprendido una campaña para presionar contra el etiquetado frontal de alimentos, el decreto que elimina de manera gradual el uso de glifosato y la prohibición del maíz transgénico.
El pasado lunes asociaciones de productores estadunidenses, entre ellas American Farm Bureau Federation y Biotechnology Innovation Organization, expresaron su preocupación por el decreto del gobierno mexicano, porque consideraron que crea riesgos e incertidumbre para el comercio del cereal, así como el etiquetado de alimentos procesados, ya que bajo esta regulación los productos importados se califican como perjudiciales para la salud.
En un pronunciamiento conjunto de 302 firmantes, entre ellos la Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País y Alianza por la Salud Alimentaria, señalaron que las asociaciones, “en su afán de mantener sus ganancias y preservar su poder, han dañando seriamente la salud, la economía y la biodiversidad de la población mexicana”.
Para las trasnacionales dedicadas a la industria de los alimentos, “muchas de las acciones libres y soberanas que el gobierno de México ha implementado constituyen un atentado a sus intereses económicos”.
Ejemplo para otros países
Recordaron que las políticas públicas impulsadas para proteger la soberanía alimentaria y la salud de las personas son producto de la lucha de más de 20 años de organizaciones campesinas, ambientalistas y consumidores, entre otras. Destacaron que el nuevo etiquetado fue ampliamente reconocido por Unicef, al considerarse, incluso, como un ejemplo para otros países que también combaten el sobrepeso y la obesidad.
Los cientos de organizaciones, productores, académicos y defensores de derechos humanos hicieron un exhorto al presidente Andrés Manuel López Obrador para mantener su compromiso hacia la soberanía alimentaria y reiteraron su apoyo a la implementación del etiquetado y del decreto contra el uso del glifosato.
“Consideramos que estas medidas son un paso necesario y fundamental para la transición a un modelo agroalimentario saludable y sustentable”, señalaron.