Migrantes centroamericanos concentrados en un albergue ubicado en las afueras de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, protestaron ayer y amenazaron con realizar una huelga de hambre para exigir a las autoridades mexicanas que resuelvan su situación migratoria.
Junto a las rejas del local, los inconformes, mujeres, hombres y niños, pidieron al gobierno de México los deporte ya, los deje seguir su camino hacia la frontera norte para tratar de ingresar a Estados Unidos o les dé trabajo aquí.
“Están violando nuestros derechos; nosotros tampoco tenemos derecho de agredirlos a ellos. Somos centroamericanos y vamos de paso, no le hacemos daño a nadie. No somos ladrones; 20 días son muchos”, expresó un hombre.
El grupo se encuentra albergado en una bodega habilitada en 2019 como estación migratoria alterna, donde operaba la planta que utilizaba el programa Moscamed para la producción de moscas estériles, situada en el municipio de Chiapa de Corzo, en la salida oriente de la capital estatal.
En tanto, en Baja California, un grupo de 16 migrantes, entre ellos dos mujeres, fueron rescatados por policías municipales de Rosarito cuando naufragaron en una lancha que se dirigía a Estados Unidos, cerca de las 22 horas del jueves.
Se trata de 14 varones y dos mujeres de origen mexicanos, cuyas edades oscilan entre los 18 y 45 años de edad, de acuerdo con un reporte policíaco. Uno de ellos presentó un cuadro de hipotermia por las bajas temperaturas del agua de mar.
Los agentes atendieron una emergencia sobre un grupo de personas que pidió auxilio en el océano Pacífico, a la altura de la playa de la delegación municipal de Primo Tapia, al sur de Rosarito.
En Puebla, agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) aseguraron a 81 personas indocumentadas, originarias de El Salvador, Guatemala y Nicaragua, que permanecían hacinadas en una vivienda del municipio de Amozoc.
De ellos, 44 son menores de edad que quedaron bajo el cuidado del Sistema para el Desarrollo Infantil de la Familia estatal.
Por otra parte, la Patrulla Fronteriza en Texas reportó la muerte de un niño de nueve años que fue encontrado muerto junto con otro menor de tres años y una mujer guatemalteca. Los tres estaban inconscientes en una isla del río, el pasado 20 de marzo. La autoridad estadunidense dijo que murieron al intentar cruzar el río Bravo.
(Con información de agencias)