El combate a la corrupción es una parte central de la estrategia impulsada por el gobierno de Estados Unidos para frenar la migración desde Centroamérica, explicaron este viernes Ricardo Zúñiga, enviado especial del presidente estadunidense Joe Biden para el Triángulo Norte de Centroamérica, y Juan González, director para el Hemisferio Occidental del Consejo Nacional de Seguridad de Estados Unidos.
Al concluir su primer viaje por México y Centroamérica, los integrantes de la delegación enviada por Biden para definir una estrategia ante el fenómeno migratorio y dar solución al incremento de los flujos de personas en movilidad irregular que buscan llegar al país del norte, señalaron que la corrupción “es un problema endémico para Centroamérica y toda la región”, y que es uno de los elementos que motivan la migración de la población.
En una conversación telefónica con periodistas, plantearon que algunas de las herramientas que tiene Estados Unidos para combatir la corrupción son la suspensión de visas, las sanciones a individuos, el congelamiento de bienes usados en casos de violaciones a los derechos humanos o relacionados con el lavado de activos del narcotráfico.
Agregaron que además buscarán la forma de apoyar a los fiscales de la región que están dispuestos a combatir la corrupción, así como a las organizaciones y gobiernos que quieran colaborar en este tema.
Zúñiga manifestó que el viaje que la delegación de funcionarios estadunidenses inició el martes con reuniones con autoridades mexicanas y se enfocó en tres puntos importantes para la administración de Biden: “mostrar que la frontera sur de Estados Unidos está cerrada y que vamos a cumplir las leyes para asegurar que sólo personas autorizadas tengan acceso, trabajar con nuestros socios para que las personas en peligro puedan tener ayuda en sus países y cooperar para mejorar las condiciones en Centroamérica”.
González añadió que las políticas migratorias que impulse el gobierno de Biden buscarán tratar a los migrantes con dignidad y comprender la razón por la que las personas migran a los Estados Unidos.
Tras señalar que su país destinará recursos a la mejora de las condiciones sociales, económicas y de seguridad en Centroamérica, tema en el que, agregaron, el gobierno estadunidense coincide plenamente con el mexicano, manifestaron que el mensaje más importante que quieren dar en este momento a los migrantes de la región es que la frontera está cerrada. “Que no vengan. La frontera no está abierta”.