Berlín. Las más de 300 mil muertes por Covid-19 son “el mayor genocidio” en Brasil, acusó el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, al considerar que el actual mandatario, Jair Bolsonaro, tendría que “pedir perdón” por ello.
“El martes, 3 mil 158 personas murieron por Covid en Brasil. Éste es el mayor genocidio de nuestra historia. Nuestra atención no debe centrarse en las elecciones del año que viene, sino en la lucha contra el virus y la vacunación de la población. Tenemos que salvar a Brasil del coronavirus”, sostuvo Lula en entrevista con el semanario alemán Der Spiegel publicada ayer.
Brasil es la segunda nación en el mundo con más defunciones ocasionadas por el virus, al acumular 303 mil 462, según datos del Ministerio de Salud. Además, 12 millones 320 mil 169 brasileños se han infectado desde que comenzó la pandemia en el gigante sudamericano, entre ellos Bolsonaro, un escéptico sobre los daños que puede provocar el virus.
El gigante sudamericano registró ayer un récord de muertes diarias: 3 mil 650, mientras que el jueves reportó por primera vez 100 mil contagios nuevos en un día, indicó el ministerio.
Un estudio de la Fundación Oswaldo Cruz señaló que en las primeras 10 semanas epidemiológicas de 2021, el número de casos de coronavirus en los grupos de edad de 30 a 39 años, 40 a 49 y 50 a 59 saltó, respectivamente, a 565 por ciento, 626 por ciento y 525 por ciento, respectivamente.
“Un presidente no puede saberlo todo, pero él debería tener la humildad de consultar a las personas que saben más que él”, opinó Lula, de 75 años, que puede ser candidato en las elecciones presidenciales del año que viene tras recuperar sus derechos políticos después de que las condenas en su contra fueron anuladas a inicios de este mes en la operación anticorrupción Lava Jato, iniciada en marzo de 2014.
Para el fundador del Partido de los Trabajadores, Bolsonaro debería “reunirse con científicos, médicos, gobernadores y ministros de Salud para poner en marcha un plan para derrotar al Covid”.
Bolsonaro, aunque use cubrebocas, “no se toma en serio al Covid”, insistió Lula, y fundamentó: “No cree en las vacunas, gastó una fortuna en un medicamento llamado hidroxicloroquina, aunque está demostrado que no servía”.
El líder izquierdista instó: “Si tuviera un poco de grandeza, (el presidente) debería pedir perdón a las familias de los 300 mil muertos por coronavirus y a los millones de infectados”.
Consultado a propósito de estas declaraciones, Michael Ryan, director de emergencias de la Organización Mundial de la Salud, dijo: “Independientemente de la perspectiva ideológica, la mayoría de los líderes están tratando de hacer lo mejor para su gente. No siempre lo hacen a la perfección”.
Pese a la gravedad de la crisis sanitaria, la Policía Federal informó que investiga denuncias de que un grupo de políticos y empresarios de Minas Gerais, en el sudeste del país sudamericano, habría importado e inoculado ilegalmente dosis de la vacuna Pfizer.