Baréin. Sergio Pérez, como el resto de los pilotos debutantes en nuevos equipos, acusó la falta de adaptación al Red Bull; tuvo dificultades para colocar una vuelta rápida y se ubicó sexto y décimo en las primeras prácticas libres del año en la Fórmula 1 en el Gran Premio de Baréin, ambas dominadas por su coequipero, el holandés Max Verstappen.
“Sí, fue un día interesante. Con situaciones que han sido difíciles desde el inicio del entrenamiento, nunca tuve condiciones claras para rodar en el neumático más blando de todos. Pero en general ha sido positivo. Tenemos trabajo por hacer a una vuelta, pero el ritmo de carrera es bastante bueno”, resumió Checo Pérez, quien rodó 38 vueltas a pista de Sakhir de 5.412 kilómetros, en dos entrenamientos recortados 30 minutos, de una hora cada tanda.
Al mando del RB16B, Checo terminó sexto en la primera práctica con tiempo de 1:32.071 minutos, después de 15 vueltas; en la segunda, ya con la noche encima del trazado, Max volvió a quedar primero y con el mejor tiempo del día (1:30.847), en tanto que el mexicano finalizó en el top-10 con 1:31.503, con diferencia de 656 milésimas de segundo.
Tras haber sido el más rápido en los ensayos de pretemporada hace dos semanas, también en el circuito de Sakhir, Verstappen arrancó la temporada de F1 pisando fuerte el acelerador. Al final del ía, colocó a su Red Bull a 95 milésimas del McLaren de Lando Norris y 235 del Mercedes del heptacampeón mundial, el británico Lewis Hamilton, bajo los reflectores de la pista ubicada en el desierto.
El español Carlos Sainz, al mando de Ferrari, terminó con el cuarto registro, delante del compañero de Hamilton, el finlandés Valtteri Bottas, y de Daniel Ricciardo, el australiano que remplazó a Sainz en McLaren.
Fernando Alonso, que regresa a la categoría en remplazo de Ricciardo en el equipo Alpine, se colocó en el puesto 15.
El veterano Kimi Raikkonen hizo un trompo con su Alfa Romeo y se estrelló contra un muro por la tarde, pero no sufrió lesiones y el auto tampoco destrozos serios.
El alemán Mick Schumacher, hijo del mítico Michael Schumacher, apenas logró el tiempo 18 en su segunda sesión como piloto oficial en la F1, lastrado por un coche en principio poco competitivo, el de Haas.