Sao Paulo. El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) aseguró ayer que carece de sentimientos de “rabia” o “venganza” contra el ex juez Sergio Moro, quien impuso una condena en su contra, por la cual pasó 580 días preso, y que fue anulada el martes por el Supremo Tribunal Federal (STF).
En entrevista con Xinhua, el también ex dirigente metalúrgico calificó a Moro de “héroe de barro que se ha desmontado” y expresó no sentir “rabia porque quien ganó no fui yo, fue el pueblo brasileño, que volvió a creer que es posible la existencia de justicia.
“No necesitaba tardar cinco años; tardó, pero finalmente ganó el pueblo”, subrayó.
Ésta es la primera reacción pública de Lula sobre la votación de 3-2 de la sala II del máximo tribunal, que consideró que hubo persecución y parcialidad de Moro en la condena, ahora anulada, de ocho años de cárcel en la operación anticorrupción Lava Jato, iniciada en marzo de 2014.
“No quiero venganza, no tengo odio; tengo menos tiempo de vida por delante y quiero dedicar lo que viene a hacer que el pueblo y el país mejoren”, subrayó.
Lula aseguró que con los derechos políticos restablecidos no piensa en la candidatura para las presidenciales de 2022, pese a que a sus 75 años se siente “joven y con energía.
“Personalmente voy a continuar luchando. Creo que Moro está con odio ahora, pero yo cuando estaba preso sabía que dormía más tranquilo que Moro”, aseguró el fundador del Partido de los Trabajadores.
En 2018, tras la condena que inhabilitó a Lula para participar en las elecciones ganadas por el neofacista Jair Bolsonaro, el ex magistrado fue nombrado ministro de Justicia, cargo que ostentó hasta mayo de 2020, para luego pasar a la iniciativa privada.
Este mes fueron anuladas las dos condenas en la operación Lava Jato por determinación del juez supremo Edson Fachin, quien determinó que Moro no tenía jurisdicción en el juzgado de Curitiba (sur) para vincular al ex presidente con presuntos desvíos en la empresa Petrobras. El martes recibió su mayor triunfo cuando el STF señaló que fue víctima de persecución política por parcialidad del magistrado que lo juzgó.