Ismailía, Egipto. El barco portacontenedores Ever Given continúa bloqueando el tráfico en ambas direcciones del canal de Suez, una de las vías marítimas más concurridas del mundo para el envío de crudo, cereales y otros productos entre Asia y Europa.
El navío de 224 mil toneladas y de 400 metros de eslora –casi tan largo como el Empire State Building, de Nueva York– podría tardar semanas en ser sacado, advirtió la compañía de rescate, mientras las autoridades suspendieron la entrada de barcos a la vía marítima el jueves, en un nuevo revés para el comercio mundial.
La autoridad del canal de Suez (SCA, egipcia) anunció que el tráfico marítimo está “temporalmente suspendido” hasta que se logre desencallar al Ever Given.
Un total de 206 grandes barcos portacontenedores, tanqueros cargados de petróleo y gas, así como embarcaciones llenas de grano han tenido que retroceder hasta una de las dos entradas del canal, creando uno de los peores atascos navieros en años.
El Ever Given, que se dirigía a Róterdam procedente de Asia, encalló en las primeras horas del miércoles y quedó atravesado en el canal, debido a ráfagas de viento de 75 kilómetros por hora en esa zona de Egipto. Desde entonces provoca importantes retrasos en las entregas de petróleo y otros productos comerciales.
Por el Canal de Suez pasa entre 10 y 12 por ciento del comercio marítimo internacional.
El experto kuwaití Hajaj Bukhadduor indicó que el atasco del barco provoca un aumento en los precios del crudo, que se mantendrá hasta que se logre reanudar el tránsito. “Como resultado, aumentará el costo del transporte y, en consecuencia, el precio de las mercancías en el comercio mundial”, remarcó.
Mohab Mamish, consejero del presidente Abdel Fatah al Sisi en materia portuaria, indicó a la agencia de noticias Afp que la navegación se reanudaría “en 48 o 72 horas como máximo”.
Pero horas antes, la empresa holandesa Smit Salvage, a la que la naviera que explota el buque, Evergreen Marine, con sede en Taiwán, encomendó que liberar el navío, advirtió que podría llevar “días o incluso semanas” la operación para desencallar al buque propiedad de la empresas japonesa Shoei Kisen Kaisha.