Chihuahua, Chih., Migrantes que solicitaron asilo político en Estados Unidos y entraron por la frontera de Tamaulipas son retornados a México en el cruce de Ciudad Juárez, donde como resultado de la ley de salud pública estadunidense, la deportación de extranjeros se incrementó hasta a 250 personas a diario, para quienes no son suficientes los 17 albergues de la localidad.
Personal del Instituto Nacional de Migración (INM) informó que del día 11 a la fecha han sido enviados a Ciudad Juárez más de 800 migrantes que se internaron en el país vecino por Reynosa, Tamaulipas, y el sur de Texas.
A su vez, el alcalde de Juárez, Carlos Ponce, dio a conocer que se habilitará un albergue temporal en el gimnasio municipal Enrique Kiki Romero, para recibir al creciente número de deportados. A su vez, el gobierno federal aumentó a 800 los espacios para recibir extranjeros en el Centro Integrador para el Migrante Leona Vicario.
El lunes llegaron a Ciudad Juárez más de 250 deportados, “y no hubo dónde alojarlos; por eso di la instrucción de abrir el gimnasio Kiki Romero, ya no teníamos donde albergarlos, pero no es nada más darles cobijo, sino alimentación y ver en qué condiciones de salud vienen. Lo que más me preocupa es que tengan Covid”, dijo el edil.
“La cifra de deportados cambia constantemente, pero (las autoridades estadunidenses) cada vez están mandando cantidades más grandes”, advirtió.
Además, la Secretaría de Seguridad Pública juarense implementará rondines en los alrededores del gimnasio y otros albergues, para garantizar la seguridad de los extranjeros y evitar que traficantes de personas les ofrezcan cruzarlos a Estados Unidos nuevamente.
Rogelio Pinal, director de Derechos Humanos municipal y encargado del albergue en el gimnasio Kiki Romero, explicó que en febrero pasado expulsaban de 20 a 30 migrantes en promedio cada día, pero las últimas dos semanas la cifra aumentó a entre 100 y 200.