El nuevo coronavirus se convertirá en una enfermedad endémica, estará de manera habitual en el mundo y será estacional. Aunque todavía se desconoce cuánto tiempo durará la protección de las vacunas, las investigaciones continúan, entre otros fines, para comprobar la eficacia contra las nuevas variantes, la protección en embarazadas y niños, así como para el desarrollo de tratamientos, señalaron representantes de laboratorios farmacéuticos.
Los ejecutivos participaron ayer en el foro Semana de la Innovación organizado por la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF), donde la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Martha Delgado, señaló que la pandemia es una nueva oportunidad para que México aumente su capacidad de producción de medicinas y vacunas, a fin de que disminuya la dependencia del exterior.
Un proyecto es contar con la infraestructura para realizar el envasado de vacunas y apoyar los ensayos clínicos sobre potenciales biológicos contra el coronavirus. Recordó que México comprará 250 millones de dosis.
Estudian eficacia de biológicos en embarazadas
Con David Kersenobich, director del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, como moderador de la sesión, Alejandro Cané, de Pfizer, comentó que en febrero inició el ensayo clínico para verificar la eficacia de su vacuna en embarazadas. Habrá otro en personas con sistema de defensas bajo y pacientes oncológicos.
Alejandrina Malacara, de Sanofi Pasteur, comentó que la empresa tiene dos candidatas a vacunas, una elaborada con proteínas recombinantes y otra con ARN mensajero.
Alberto Hegewisch, de AstraZeneca, dijo que, además de la vacuna, la empresa realiza ensayos clínicos con anticuerpos monoclonales para el tratamiento del coronavirus.
En otra investigación, se evalúa si el medicamento para diabetes dapagliflozina puede disminuir la mortalidad en personas con enfermedades cardiovasculares y renal.
Eli Lilly trabaja en el desarrollo de anticuerpos monoclonales. Uno ya fue aprobado en Estados Unidos, Canadá y Europa. El producto disminuye los ingresos a hospitales y evita los cuadros graves en 60 a 80 por ciento, explicó Carlos Baños.
Además, en combinación con otra molécula, la eficacia sube a 85 por ciento. El ejecutivo reconoció que la necesidad de aplicar estos productos por vía intravenosa es una limitante, por lo que el siguiente paso para la industria farmacéutica es lograr formulaciones más potentes a fin de que sea suficiente una inyección intradérmica, similar a las vacunas.