Ante la queja de 27 asociaciones agroalimentarias de Estados Unidos, porque en México ahora se les pide una certificación para las exportaciones de alimentos orgánicos, productores nacionales señalaron que para vender en ese mercado siempre han pasado por el proceso de regulación que establece el vecino del norte, por lo que hasta ahora no ha habido un trato igualitario para los campesinos de ambos países.
Homero Blas, presidente de la Sociedad Mexicana de Producción Orgánica (Semexpro), explicó que cuando un producto estadunidense cuenta con certificación orgánica de origen, puede ingresar a México en esa calidad sólo con una revisión documental, sin pasar por todo el proceso de certificación, mecanismo muy práctico para ellos.
Explicó que las negociaciones entre México y Estados Unidos para un posible arreglo de equivalencia se encuentran en la etapa final, se han identificado algunas diferencias entre las regulaciones de las dos naciones, pero se han superado. Dijo que México ya actualizó su regulación, pero Estados Unidos no.
Detalló que una diferencia es que el país vecino permite el cultivo en hidroponía y la certifica como producción orgánica, y México prohíbe ese sistema para bienes orgánicos al igual que Canadá y la Unión Europea.
Indicó que el panorama que denuncian las organizaciones estadunidenses tiene una interpretación parcial, pues desde 2014 hay un trabajo muy cercano entre autoridades mexicanas y funcionarios del Programa Nacional Orgánico
Recordó que la ley mexicana de productos orgánicos se publicó en el Diario Oficial de la Federación en febrero de 2006, y en el artículo 33 se marcan con claridad los requisitos para las importaciones de productos orgánicos, aunque se definió una prórroga, durante la cual la mayoría de las agencias de certificación estadunidenses hicieron sus procesos de aprobación, de acuerdo con la regulación mexicana, pero otras hicieron caso omiso.