El gobierno de Estados Unidos planteará “pronto” a su contraparte mexicana las acciones que ya analiza para unirse a la cooperación internacional en apoyo de Centroamérica, y así evitar la migración irregular procedente de los países de esa región.
La delegación estadunidense que el martes se reunió con funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) para analizar la crisis migratoria en la zona, se comprometió a revisar la información presentada por México y a responder en breve la manera de sumarse a las acciones, informaron asistentes al intercambio.
Los funcionarios consultados aseguraron que la migración será el tema central en las relaciones bilaterales, de ahí la necesidad de trabajar coordinadamente para resolver esta crisis.
Los emisarios del gobierno de Joe Biden, que fueron encabezados por la embajadora Roberta Jacobson, encargada para la frontera sur, reconocieron que el flujo regional de personas requiere una respuesta también regional, además de que necesitan la colaboración de México para enfrentarla “conjuntamente y con responsabilidad”.
Las fuentes señalaron que la administración estadunidense tiene clara la necesidad de que ambos gobiernos establezcan acuerdos para frenar los desplazamientos lo antes posible, pues en fechas recientes se han incrementado, además de que admitieron la gravedad de esta crisis, misma que ha desbordado en días recientes su frontera sur.
En la reunión, que se realizó en la sede de la SRE, los funcionarios mexicanos –a quienes encabezó el canciller Marcelo Ebrard– presentaron varias propuestas de acción a los estadunidenses, tendentes a fomentar el desarrollo en el sur del país y en el llamado Triángulo Norte de Centroamérica.
Entre las opciones para la creación de oportunidades de migración regular destinadas a trabajadores temporales y estrategias emergentes de apoyo humanitario en Honduras y Guatemala, países severamente golpeados por los huracanes del año pasado, lo que, junto con la violencia, es una de las motivaciones para que sus connacionales busquen opciones más allá de sus fronteras, los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden han coincidido en la importancia de impulsar el bienestar en las naciones del Triángulo Norte y las zonas menos favorecidas de México, además del respeto a las garantías de los indocumentados. De ahí que a solicitud de la administración mexicana, la estadunidense envió una comisión para iniciar con los trabajos en la materia.
Cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Froteriza de Estados Unidos señalan que en los dos primeros meses del año, 178 mil 883 migrantes fueron detenidos en su intento por entrar a esa nación; en México, el Instituto Nacional de Migración ha identificado –de enero a la fecha– a 31 mil 492 personas en condición irregular en el país.