Ciudad de México. El crédito hipotecario de la banca es soportado por la adquisición de viviendas usadas más no por la compra de nuevos inmuebles, aseguró Enrique Margain Pitman, director ejecutivo de crédito hipotecario y automotriz de HSBC México.
Al participar en el Foro Tiburones Inmobiliarios, realizado por Lamudi, comentó que la perspectiva para este año es que se compren menos viviendas nuevas en el país.
“En la composición de los créditos hipotecarios ya hay mayor financiamiento a la vivienda usada que a la vivienda nueva, lo que es reflejo de la situación”, dijo el directivo.
Detalló que desde 2017 hay una desaceleración en la colocación de hipotecas para la adquisición de vivienda nueva.
Tan solo en 2019, un año previo a la pandemia de Covid-19, se colocaron 244 mil 476 viviendas nuevas en el país, y en 2020, la cifra fue de 193 mil 777, lo que representa una disminución de 20.7 por ciento. Para este año, la expectativa es colocar 161 mil 588 hogares completamente nuevos en el mercado.
“Esto tiene que ver con la reducción de los inicios de obra, una disminución de la oferta de vivienda nueva, y esto tiene un efecto porque lo que más se ha venido desplazando es la vivienda usada”, enfatizó.
Margain Pitman anticipó que “la reducción en el volumen de ventas de vivienda nueva llegará a su punto más bajo en los primeros meses de 2021" y crecerá en la segunda parte del año, en un escenario de mejores perspectivas.
El sector hipotecario, sostuvo, tiene buenas perspectivas debido a que las tasas de interés para este tipo de financiamientos están en mínimos históricos, aunado a la tasa de referencia del Banco de México (BdeM) en un nivel de cuatro por ciento, un bajo índice de impago y la competencia en el sector.
Las reducciones en las tasas de interés por parte del banco central, explicó, permite a los acreditados obtener líneas de crédito más alta.
“Algo positivo para el sector es que el precio de la vivienda creció por encima de la inflación y es positivo porque se mantiene el valor de las viviendas y es una inversión importante para las familias. Desde 2015 los precios por metro cuadrado de la vivienda media y residencial se han adelantado a la inflación. Este es un elemento positivo y que permitió que los bancos no tuviéramos que pedir mayores enganches en los créditos porque el valor de las viviendas se mantuvo con un buen comportamiento”, sostuvo.
Margain Pitman, señaló que otro fenómeno que se ha notado a lo largo del año es que las personas que tienen recursos disponibles han adquirido inmuebles en las zonas periféricas de las grandes ciudades.
“Muchas de las plazas periféricas a las macroplazas tuvieron un incremento en su demanda (de crédito). Vemos el caso de Guerrero, donde creció el bien inmueble, otros lugares como Valle de Bravo o Cuernavaca, ciertos lugares periféricos a las grandes ciudades, hubo más demanda porque las personas se fueron a trabajar a un lugar distante a su lugar de residencia habitual, y eso fue un fenómeno que ha sucedido por la pandemia”, agregó.