Tras el primer año de pandemia, el balance de los estragos económicos en América Latina y el Caribe es alarmante, pues de las 33 naciones que conforman la región, 32 reportaron resultados negativos (la excepción fue Guyana, país con menos de un millón de habitantes) que debilitan aún más a la de por sí zona más desigual del planeta. En 2020, la caída del producto bruto latinoamericano y caribeño promedió 7.7 por ciento (contra un “crecimiento”, por llamarle así, de 0.1 por ciento en 2019), pero se registraron casos verdaderamente preocupantes como el de Venezuela, con un desplome de 30 por ciento, en línea con lo observado en años anteriores.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) divulgó ayer su Anuario Estadístico regional 2020, en el que da cuenta de los brutales efectos económicos y sociales en el primer año de la crisis sanitaria, en el que sobresale la caída de 8.5 por ciento en el producto interno bruto por habitante.
Como se menciona, Venezuela sufrió la caída más pronunciada (30 por ciento), pero otras naciones –especialmente caribeñas– padecieron las consecuencias del terremoto económico de la pandemia. Por ejemplo, el producto interno bruto de Santa Lucía se hundió 26.6 por ciento, el de Antigua y Barbuda 18.3 por ciento, el de Barbados y el de Dominica 15.4, de tal suerte que su PIB por habitante se desplomó 27.1, 19.1, 16.2 y 15.7 por ciento respectivamente.
En América Latina los resultados no fueron mejores: más allá de Venezuela, el PIB de Belice cayó 15.5 por ciento; el de Perú, 12.9 por ciento; el de Panamá, 11 y el de Argentina, 10.5 por ciento, de tal suerte que el producto interno bruto por habitante se desplomó en 17.4, 14.4, 12.6 y 11.5 por ciento, respectivamente.
En el caso de México, el daño económico estimado por la Cepal apunta a una caída de 9 por ciento del producto interno bruto (el Inegi reportó que fue de 8.5 por ciento) y de 10.1 en el PIB por habitante, por lo que en el contexto latinoamericano y caribeño nuestro país ocupa el escalón número 14 de 33 posibles, de acuerdo con las estimaciones del organismo especializado de la ONU.
Con tal balance, se fortalece la lectura que la propia secretaria general de la Cepal, la mexicana Alicia Bárcena, anticipó desde mediados de 2020, es decir, que América Latina y el Caribe podrían enfrentar otra década perdida, como la de los años 80 del siglo pasado, aunque en los hechos a lo largo de los años y en periodos de “gran crecimiento” la realidad social de los habitantes de la región no ha mejorado desde entonces.
De acuerdo con Bárcena, en 2020 “la desigualdad en América Latina aumentó 5.6 por ciento medida con el coeficiente de Gini. Nos espera otra década perdida y ni con el rebote de crecimiento en 2021 y los próximos dos años se logrará recuperar los niveles de la actividad económica anteriores a la pandemia. La crisis financiera generada por la pandemia nos puede llevar a un retroceso de 13 años”. Además, la región “enfrenta décadas de privatización y mercantilización de los servicios de salud”.
A causa dEl desplome del PIB latinoamericano y caribeño en 2020 (7.7 por ciento como promedio), detalla Bárcena, el desempleo alcanzó a 44 millones de personas en la región; a 78 millones las hundió en la pobreza extrema y a 203 millones de personas, uno de cada tres habitantes, en pobreza. Todo esto pese a las medidas de emergencia que pusieron en práctica los gobiernos ante la crisis de Covid-19” ( La Jornada, Dora Villanueva).
Las rebanadas del pastel
Señor empresario del sector eléctrico (trasnacional, de preferencia): ¿corre el riesgo de que le cancelen los contratos leoninos avalados por el gobierno de Peña Nieto? ¿Teme perder los generosos cuan ilegales subsidios garantizados por la “reforma” energética de ese tiempo? ¿Se angustia ante la posibilidad de que sus canonjías se vayan por el caño? No se preocupe: el juez federal Juan Pablo Gómez Fierro tiene la solución, porque ha otorgado 73 suspensiones definitivas, y contando, a distintos corporativos para “frenar la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, promovida por el presidente López Obrador” ( La Jornada, César Arellano y Gustavo Castillo). Entonces, ¿quiere impunidad y mantener el atraco a la nación? Pues ya sabe con quién.