Oaxaca, Oax., La crisis que atraviesa el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO) afecta principalmente su prestigio y credibilidad ante la comunidad artística nacional e internacional; sin embargo, el conflicto “puede resolverse adecuadamente al realizar una auditoría detallada que abarque todos sus ámbitos de operación”, plantea Femaría Abad Guzmán, fundadora y ex directora del museo.
En entrevista, explica que si bien este momento es difícil para el recinto inaugurado hace 29 años, debe considerarse como una oportunidad que traiga crecimiento, restructuración y renovación, no sólo dentro del museo, sino también en la Asociación Amigos del MACO.
Si no se aprovecha bien esta situación, insistió, “se va a hundir y va a ser más difícil salir; el MACO está en peligro en cuanto a prestigio, a calidad de exposiciones, organización y administración”.
En un texto que Abad Guzmán difundió hace un mes con motivo del aniversario 29 de ese espacio, señaló que desde su primera exposición y durante las casi tres décadas de operación “el MACO ha sido un ejemplo de que el arte tradicional o de vanguardia puede ofrecer ideas para comprender y mejorar la experiencia individual y la vida en comunidad”.
Por ello, insistió en la necesidad de zanjar la problemática a tra-vés de auditorías, transparencia, revisión de errores y aciertos, “tener orden y así llevar a cabo una restructuración del proyecto, ha-cer los relevos necesarios, con lo que se podrá dar continuidad al fruto nacido de la genialidad y trabajo de Francisco Toledo”.
Refirió que este conflicto ha venido a dañar no sólo el funciona-miento y renombre del museo a escala incluso internacional, sino también es una afrenta y ofensa a la memoria de su fundador, fallecido hace un año: “¿empezaron a desmantelar? La pregunta es: ¿qué pasó?, ¿qué ocurrió cuando se separa el maestro Toledo (del MACO) y se entrega el museo al actual equipo?, creo que todos tenemos derecho a saber y debe haber una revisión de lo que ha pasado, ¿cómo llegamos a esto?”
Femaría Abad considera que la auditoría debe realizarse a las finanzas, la colección, las exposiciones, las publicaciones, la relación con el personal, con artistas y con la comunidad, los nexos de colaboración y patrocinios.
El museo, señaló, recibe un subsidio del gobierno estatal (de 4 millones de pesos), destinado a “actividades de gran calidad” para sus visitantes.
Si la administración estatal no ha entregado más recursos al museo, continuó, se debe a que “no hay orden, no hay documentación, no hay respaldo”.
Durante 29 años, escribió la fundadora de la Asociación Amigos del MACO, “el recinto ha realizado exposiciones que han despertado interés de otros museos y de la comunidad que trabaja en torno al arte. Desde la primera exhibición con obras de Rufino Tamayo, Francisco Gutiérrez, Francisco Toledo, Rodolfo Nieto y Rodolfo Morales, el museo ha sido un espacio importante para la vida cultural de Oaxaca, ¿lo sigue siendo ahora?
“En la medida en que se resuelva con honestidad la crisis por la que pasa, sin temor, con la generosidad de comprender que el MACO es patrimonio de Oaxaca, podrá seguirlo siendo en el futuro y podrá ser un ejemplo en nuestro país de que las empresas culturales producen beneficios profundos e indispensables mientras sirven a sus comunidades”, concluyó.