Profesores y directores de educación básica señalaron que las altas tasas de deserción escolar debido al Covid-19 y a sus efectos económicos en las familias representan un “enorme reto, porque la recuperación de esos millones de alumnos no será inmediata, pues andamos buscando chicos que no sabemos ni dónde están”.

En entrevista, Francisco Bravo, director de la escuela primaria Leonardo Bravo, indicó que se requerirá de un programa emergente específico para “conocer en qué localidades, barrios y colonias se ha presentado con más énfasis este fenómeno, y establecer las mejores estrategias para buscar que regresen a las aulas”.

La deserción en el contexto de la emergencia sanitaria “es un reto bastante fuerte, porque a veces son poco conocidas las desigualdades sociales y cómo se reflejaban en la escuela. Hay una desigualdad muy fuerte entre nuestros muchachos y esto se generalizaba cada vez más; antes se pensaba que sólo en determinadas colonias de la periferia urbana o con determinadas características se sufría de ciertas carencias, pero ahora lo vemos más generalizado”.

Profesores frente grupo agregaron que otro de los factores que pudo incidir en la deserción escolar tras cancelarse las clases presenciales es que el modelo educativo a distancia “no fue diferenciado. Se pensó en clases por televisión, se puso a un maestros a explicar las cosas, pero no se sabe qué fue lo que realmente captó el alumno o siquiera si logró mantener su atención frente al televisor”.

Destacaron que incluso en clases presenciales “la capacidad de los niños para estar atentos es breve, se paran para ir a la ventana, platican con sus compañeros, van al baño, regresan, y eso es estando en la escuela, ahora frente a un televisor, y en muchos casos sin la supervisión de un adulto, es evidente que no se va a generar un seguimiento de esos contenidos, que acabarán por aburrir a los niños”.

En cuanto a una posible reforma a la Ley General de Educación para fortalecer la enseñanza vía remota, sin precisar si se reconocerá el Covid-19 como enfermedad de riesgo laboral, alertaron que “representa una flexibilización de nuestras condiciones de trabajo, que a la larga va a generar efectos negativos tanto para los alumnos como para los docentes”.

La emergencia sanitaria, dijeron, “ha sido aprovechada para hacer modificaciones, como la aprobación por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación del pago de pensiones y jubilaciones en unidad de medida y actualización (UMA), y ahora pretenden establecer una ley con condiciones de trabajo desfavorables para los maestros; lo único que hacen es tensar una relación entre magisterio y gobierno, y si esta situación continúa, no tendremos más que volver a salir a las calles”.