La pandemia por Covid-19 exacerbó la problemática de las poblaciones LGBT en cuanto al ejercicio de sus derechos humanos, en especial en el caso de la población trans, que ha seguido siendo víctima de violencia y discriminación, que en muchas ocasiones deriva en crímenes de odio.

El próximo 31 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Visibilidad Trans (travesti, transgénero y transexual). Las personas trans son aquellas cuya identidad de género no coincide con la asignada al momento de nacer, y que hace una transición a otro u otros.

Se sabe que en América Latina el promedio de vida de las mujeres trans es de 35 años, debido a que particularmente este sector es víctima de crímenes de odio motivados por la transfobia. A razón de ello, el año pasado, la Comisión Nacional de Derechos Humanos exhortó a los tres niveles de gobierno a impulsar políticas de prevención de la violencia hacia travestis, trasngénero y transexuales.

Asimismo la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México llamó a que en el caso específico de las mujeres trans, clasificar esos asesinatos como feminicidios.

En el contexto de la pandemia, la Red de Juventudes Trans habilitó el año pasado una “línea de escucha para contención de crisis emocional, ansiedad, depresión, alguna situación legal o que pone en riesgo tu vida. Sabemos que estos tiempos de contingencia agudizan desiguladades, las tensiones dentro de los espacios son más latentes, aumenta la incertidumbre por el porvenir y las dudas sobre el ejercicio de tus derechos como persona trans se pueden presentar”.

Aparte, la Fundación Arcoíris, precisó en un informe sobre crímenes de odio contra personas LGBT en 2020, que no existen medidas de las instancias de seguridad y justicia para tener siquiera un registro puntual de estos crímenes, y lamentó la ausencia de un compromiso real para emprender acciones que posibiliten erradicar los asesinatos de odio.