El Senado aprobó por unanimidad una reforma encaminada a evitar que Sembrando Vida o cualquier otro programa público incluya o propicie el uso de parcelas o áreas de bosque que hayan sido limpiadas por medio de fuego o desmonte, a fin de detener el gran avance de la deforestación en el territorio, toda vez que se ha perdido el equivalente a una tercera parte de la superficie del país.
La reforma a la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable prohíbe el cambio de uso de suelo en terrenos en que se hubieran ocasionado incendios o talas, sin que hayan pasado 20 años del siniestro o de otras prácticas ilegales, con la finalidad de permitir que el entorno ambiental se haya recuperado.
El presidente de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Raúl Bolaños Cacho Cué (PVEM), destacó que el objetivo de la reforma, que fue turnada al Ejecutivo federal para su promulgación, es prevenir la pérdida de bosques, ya que México está lejos del objetivo incluido en el Acuerdo de París –del que forma parte– de alcanzar la meta de cero desforestación en 2030.
Tristemente, dijo, hoy estamos lejos de ello; citó un estudio de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, que determina que en 2020 México perdió 127 mil 770 hectáreas de bosque, “cifra muy alta, tomando en cuenta que en el periíodo 2010 a 2015 se registró una desforestación promedio de 91 mil 600 hectáreas anuales”.
A su vez, la presidenta de la Comisión de Estudios Legislativos, Ana Lilia Rivera (Morena), precisó que actualmente no hay mecanismo adecuados entre las secretarías de Bienestar y Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y de Agricultura y Desarrollo Rural que eviten que el programa Sembrando Vida incluya o propicie el uso de parcelas o áreas de bosque limpiadas por medio del fuego u otros mecanismos deforestadores.
La reforma propicia acuerdos y coordinación entre dependencias y prohíbe los apoyos o incentivos económicos para actividades económicas en zonas deforestadas.