Roma. Millones de personas en Yemen, Sudán del Sur y el norte de Nigeria, azotados por los conflictos internos, corren el riesgo de padecer hambrunas en los próximos meses, advirtieron ayer aquí las dos agencias especializadas de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Esas tres regiones figuran entre las más afectadas en el mundo por la inseguridad alimentaria, según datos del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). “Se necesita una acción humanitaria urgente y a gran escala para prevenir el hambre y la muerte” en esas tres regiones, advirtieron las dos agencias en un informe conjunto.
Dos países del continente americano, Haití y Honduras, figuran también en la lista de aquellos con riesgos de hambrunas.
De ese grupo forman parte igualmente Afganistán, Burkina Faso, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Etiopía, Nigeria, Sudán, Sudán del Sur, Siria, Yemen y Zimbabwe.
Para algunas poblaciones “se agotaron los medios de subsistencia, el consumo de alimentos es insuficiente y la desnutrición es alta”, reconoce el informe conjunto.
“En situaciones tan frágiles, cualquier factor nuevo podría llevar a un gran número de personas al borde del abismo, a la indigencia, incluso al hambre”, advierte el estudio.
Crisis alimentaria
Sudán del Sur ya está bajo los efectos de una hambruna y se calcula que 7.2 millones de personas van a enfrentar una crisis alimentaria (desnutrición o nutrición mínima) entre abril y julio.
En Yemen, se calcula que el número de personas que enfrentarán hambre se va a triplicar, pasando de 16 mil en octubre-diciembre a más de 47 mil en junio. La inseguridad alimentaria afectará a 16.2 millones de personas en ese país duramente golpeado por la guerra.
En zonas conflictivas del norte de Nigeria el número de personas en situación de emergencia alcanzará los 1.2 millones en agosto. La situación se agravará también por los efectos de la pandemia de coronavirus, recalcan los informes.