Múltiples anuncios se han hecho desde el gobierno federal para reactivar la economía tomando como pilar la industria de la construcción; sin embargo, ésta permanece estancada. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía(Inegi) la producción en las empresas formales del sector creció 0.6 por ciento en enero, pero aún es 18.9 por ciento menor que en el mismo mes del año pasado.
Lejos de revertir los efectos de la pandemia de Covid-19 en la construcción, la industria “de hecho parece seguir una tendencia decreciente después del desplome de marzo-abril 2020”, apuntó el presidente del Inegi, Julio Santaella.
De acuerdo con los datos, la tendencia de la industria de la construcción es plana luego del desplome visto entre abril y mayo cuando se obligó el cierre de algunas actividades. Pese a que logró hacerse esencial con base en un sistema de semáforos epidemiológicos, el sector cuenta con la producción más baja para cualquier otro enero en el que haya información, al grado de que se mantiene 37.69 por ciento por debajo del mismo mes de 2006.
En enero, el personal ocupado en el sector se redujo 0.8 por ciento; las horas trabajadas lo hicieron uno por ciento; pero las remuneraciones medias reales que cobra la fuerza de trabajo en este sector aumentaron 4 por ciento; mientras el valor de la producción creció 0.6 por ciento.
A tasa anual, la producción de las empresas constructoras formales es 18.9 por ciento menor, esto implica 29 meses seguidos de variaciones anuales negativas. Si bien la crisis en el sector inició en julio de 2018, se profundizó con la pandemia. También el personal ocupado es 11 por ciento menor que en enero de 2020, las horas trabajadas cayeron 10.7 por ciento y las remuneraciones medias de los trabajadores aumentaron 1.8 por ciento, detalló el Inegi.
Al igual que las manufacturas, se esperan afectaciones para el mes de febrero en la construcción ante las disrupciones en las operaciones del sector ocasionadas por los problemas en el suministro de luz y gas natural a mediados de febrero, dadas las nevadas en Texas, explicó Gabriela Siller, directora de análisis económico-financiero de Banco Base.
Expuso que a corto plazo la construcción continúa presentando un panorama adverso, relacionado con la debilidad de la demanda interna, dado que la reducción de los ingresos de los hogares y las empresas durante la pandemia disminuye la probabilidad de acceder a un crédito hipotecario y a su vez ocasiona que se pospongan o cancelen proyectos de construcción ante la falta de liquidez de las empresas.
También se debe a los límites en la inversión pública; a la incertidumbre generada por algunas propuestas legislativas que inhiben la inversión y al encarecimiento de materiales de construcción como el acero.