Los Legionarios de Cristo comenzaron a reparar los daños a las víctimas de pederastia clerical en los aspectos económico, de “acompañamiento terapéutico para sanar las secuelas del abuso sexual” y asesoría jurídica.
Esta labor se realiza con apoyo de Eshmá, “institución externa e independiente”, fundada por víctimas de abuso sexual infantil, la cual ofrece “un canal seguro e independiente de denuncia para quienes quieran señalar o denunciar un abuso por un miembro de la congregación religiosa” fundada en 1941 por el cura pederasta Marcial Maciel.
Eshmá también brinda “orientación jurídica sobre el proceso de denuncia y el proceso penal”, en caso de que el delito no haya prescrito, y que las víctimas deseen justicia.
Lo anterior se establece en el Informe anual 2020: verdad, justicia y sanación, el cual será un reporte que se emitirá cada año, “actualizando datos y rindiendo cuentas de los compromisos adquiridos”.
El informe es global y por áreas. Hasta ahora Legionarios de Cristo tienen “conocimiento de 170 víctimas de abuso sexual por parte de 27 miembros de la congregación” y asegura que con “50 víctimas se ha avanzado en un camino de reparación y reconciliación”.
En el Informe 1941-2019, divulgado por la congregación en diciembre de 2019, sus datos globales indicaban que en ocho décadas había “175 menores víctimas de abusos sexuales cometidos por 33 sacerdotes”, y reconocía que “al menos 60” fueron víctimas de Maciel.
Sobre el reporte, el ex sacerdote Alberto Athié, quien acompañó al grupo de ex legionarios víctimas de abuso –que hizo pública la situación en 1997–, señaló a La Jornada que el nuevo informe “es a la baja de lo que ya habían publicado; ahora son menos sacerdotes y menos víctimas”.
Remarcó que lo primordial es que “no conocemos sus metodologías” para determinar a las víctimas y a los abusadores. Hizo hincapié en que estos delitos requieren de la “intervención de una autoridad competente” para que “tengan valor legal jurídico” y se pueda enjuiciar a los pederastas, en los casos en que no haya prescrito el ilícito.
La congregación proporciona los nombres completos de algunos de los religiosos abusadores, lugares en que sucedieron los hechos y el estado ministerial actual del agresor. En México, Centroamérica y norte de México, el listado incluye a 17, entre ellos a Maciel.
Refrenda que Maciel, fallecido en 2008, tendría al menos 60 víctimas y que los países donde tuvieron lugar los hechos son “varios”. De acuerdo con Athié serían más de 100 las víctimas del fundador, pues no sólo actuó en México, sino también en España e Italia.
A otros que aparecen en la lista, sólo se los identifica por el primer nombre y a ocho, con un código numérico, por “petición motivada de las víctimas”, porque “una ley civil aplicable prohíba explícitamente la publicación” o porque esté en curso un proceso canónico o civil.
Los legionarios “reconocemos que nuestra deuda es con las víctimas, con la iglesia y con la sociedad” y admiten que “nunca será suficiente lo que se haga para pedir perdón y buscar reparar el daño causado”.