Ciudad de México. La impunidad en la que generalmente quedan los asesinatos y otras agresiones contra periodistas “es el mayor combustible” para que ocurran nuevos ataques de este tipo, y por ende crezca la autocensura y las “zonas silenciadas”, advirtió el relator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Pedro Vaca Villarreal.
Durante un foro realizado este martes con motivo del cuarto aniversario del asesinato de la periodista Miroslava Breach, quien fue corresponsal en Chihuahua de esta casa editorial, el experto hizo énfasis en la importancia de que haya “sanciones ejemplarizantes” para quienes agreden a comunicadores, pues cada sentencia en este terreno desincentiva nuevos ataques.
“La impunidad es el mayor combustible para el miedo y la autocensura, y refuerza el clima de permisividad y tolerancia a las violencias contra la prensa. […] Toda violencia impone un incentivo para que se repitan agresiones contra la prensa y eso hiere de muerte la vida democrática” de un país, recalcó.
En el conversatorio-homenaje, convocado por Cencos, Propuesta Cívica, Reporteros Sin Fronteras (RSF) y el Comité para la Protección de Periodistas, Vaca enfatizó: “Si las amenazas y agresiones a la prensa no se investigan y no hay sanciones ejemplarizantes, los victimarios dirán que amenazar y asesinar no tiene ningún costo. […] Cuando se aplica una justicia efectiva, eso tiene un efecto disuasivo” para evitar nuevas agresiones.
El abogado colombiano hizo hincapié en que las agresiones contra la prensa significan “distorsiones democráticas” que sólo pueden ser resueltas con una sanción efectiva por parte de las autoridades, y cuando ello no ocurre, se producen “zonas silenciadas” debido a la autocensura y al miedo.
“En el ambiente de la región siempre estará presente Miroslava. Es un miedo que siempre está ahí y que sólo puede empezar a desaparecer cuando se sepa que toda la cadena criminal que lo provocó ha sido sometida y sancionada”, puntualizó.
Vaca resaltó que entre las lecciones que deja el caso de Breach también están el “coraje” mostrado por la periodista “en un escenario que se debate entre la inercia y la autocensura”, pero también que cada agresión pudo haber sido evitada “y evitar desenlaces fatales” si hubiera habido antes un trabajo de investigación y respaldo de las autoridades a los comunicadores, en vez de una actitud de tolerancia de las amenazas.
En ese marco, resaltó la importancia de que se siga haciendo buen periodismo y no se castigue únicamente a los autores materiales de un asesinato o intimidación, sino a todos el “circuito de responsabilidades” de las mismas.
El relator de la CIDH resaltó que, además de la impunidad judicial, uno de los riesgos más importantes en los casos de asesinatos de periodistas es el “olvido social” en que puede caer su figura, por lo que los foros en memoria de Breach y otros comunicadores victimados son necesarios para recordar su trabajo y su vida.
En el conversatorio también participaron Emmanuel Colombié, director regional de RSF; Sara Mendiola, integrante de Propuesta Cívica y Patricia Mayorga, de Periodistas de a Pie, quienes resaltaron la trascendencia de la labor de Breach y enfatizaron que, aunque se han logrado avances importantes en la investigación del caso, la impunidad quedará descartada cuando se juzgue y sancione a todos los autores materiales e intelectuales del asesinato.