Al argumentar que en la última década se incrementó en “cientos de toneladas” las afectaciones por sustracción ilegal de productos acuícolas, lo cual no estaba sancionado en el Código Penal Federal, la Cámara de Diputados avaló modificaciones a esta disposición para castigar con cárcel a quien robe desde un ejemplar de flora o fauna originado con este tipo de crianza.
Además, los diputados federales aprobaron otro dictamen en el que se equipara y castiga como robo la sustracción de cosechas o semillas, y en el que también castiga el apoderarse de frutos pendientes de árboles o plantas.
La diputada Esmeralda de los Ángeles Moreno Medina (PES), al presentar el dictamen aprobado este martes para modificar el Código Penal Federal en materia de acuacultura (crianza de especies acuáticas, vegetales y animales), explicó que hay retos crecientes en esta industria ante el aumento del robo, no obstante, no está tipificado como tal, ni entra en el supuesto de abigeato, o robo de ganado.
Como parte de la argumentación del dictamen se establece una diferencia del robo a gran escala que representa la sustracción de más de mil unidades o de 200 a 300 kilogramos de peces y plantas en un solo momento, mientras que la sustracción para autoconsumo “bajo el argumento de necesidad” se refiere al robo de pequeña escala, de 1 a 20 kilogramos de producto.
No obstante, ambas modalidades son castigadas con cárcel en el proyecto avalado este martes.
Para quien robe una a cinco unidades o ejemplares de flora o fauna acuáticas destinadas al cultivo se estableció una pena de 1 a 3 años de prisión y una multa de más del triple del valor de lo sustraído. Mientras que para quienes roben más de cinco unidades se establece penas de 2 a 10 años de prisión, y una multa igualmente que debe ser mayor a tres veces lo robado.
También equipara a robo acuícola a quienes provoquen el sacrificio, envenenamiento o enfermedad de flora o fauna de este tipo.
El dictamen fue aprobado por unanimidad con 428 votos a favor y enviado al Senado.
En otro dictamen, los legisladores avalaron equiparar y sancionar como robo “el apoderamiento de frutos pendientes de árboles o plantas; de la cosecha o corte de árboles, productos agrícolas o de semillas, sin consentimiento de quien legalmente pueda disponer de ellos”.
Para este caso, sí establece como excepción de pena por robo a quien, sin emplear engaño ni medios violentos, se apoderen una sola vez de los objetos estrictamente indispensables para satisfacer sus necesidades personales o familiares del momento.
La panista Mariana Dunyaska García, al fundamentar el dictamen, afirmó que uno de los principales objetivos es combatir el robo por parte de grupos de la delincuencia organizada de plantaciones completas de cultivos, como el caso de limón o aguacate. El dictamen fue avalado por 452 votos a favor y enviado al Senado de la República para ser ratificado.