Washington. El regulador sanitario de Estados Unidos expresó este martes su "preocupación" de que AstraZeneca haya incluido datos "desactualizados" en los ensayos clínicos en ese país de su vacuna contra el Covid-19, lo que renueva las dudas sobre la eficacia y seguridad de ese fármaco.
Las sospechas levantadas desde Estados Unidos para una de las vacunas más usadas llegan en momentos en que el agravamiento de la pandemia preocupa a Europa y América Latina y exige nuevas restricciones para Semana Santa en países como Alemania y Brasil.
El gigante farmacéutico anglo-sueco defendió su evaluación de los resultados de sus ensayos en Estados Unidos y anunció que publicaría nuevos datos "en 48 horas" en respuesta a las preocupaciones planteadas por el instituto estadounidense de Alergias y Enfermedades Infecciosas estadunidense (NIAID).
Horas antes, ese organismo mostró su "preocupación por el hecho de que AstraZeneca pudo haber incluido información desactualizada en este ensayo, lo que puede haber dado lugar a una estimación incompleta de la eficacia".
AstraZeneca dijo el lunes que ensayos en más de 32 mil personas en Estados Unidos mostraron que la vacuna es eficaz en 79 por ciento para prevenir el Covid-19 sintomático en la población y en 100 por ciento para evitar las formas severas de la enfermedad y la hospitalización, garantizando además que no aumenta el riesgo de coágulos en la sangre.
La vacuna de esa compañía es más barata y fácil de almacenar que otras, pero varios países suspendieron temporalmente la semana pasada su uso debido a los casos aislados de coágulos sanguíneos en algunas personas que la recibieron.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) la consideran segura y eficaz, y el fármaco volvió a ser administrado en varios países. Pero la desconfianza continúa. Una encuesta de la firma YouGov mostró que una mayoría de consultados en los principales países europeos dudan que la vacuna sea segura.
Además, los responsables europeos manifestaron su enojo porque el laboratorio anglo-sueco cumplió con las entregas prometidas al Reino Unido, pero no con la Unión Europea.