La Paz., Miles de activistas de movimientos sociales oficialistas paralizaron ayer el centro de La Paz con una manifestación de apoyo al juicio contra la detenida ex presidenta de facto Jeanine Áñez (2019-2020), poco después de otro acto en la vecina El Alto, en el que el mandatario, Luis Arce, aseveró que hará respetar con “justicia” el voto popular mayoritario de 55 por ciento que lo eligió en los comicios de octubre pasado para que esté al frente del gobierno, ante la reactivación de las movilizaciones de sectores opositores en favor de los golpistas. En todo caso, fracasó una cumbre opositora convocada en defensa de la ex gobernante golpista, que se postergó hasta el jueves.
Hasta ayer únicamente habían confirmado su asistencia el ex líder cívico y promotor del golpe, Luis Fernando Camacho, gobernador electo del departamento de Santa Cruz (este), e Iván Arias, nuevo alcalde de La Paz.
Arce aseguró que comparecerán ante la justicia todos los culpables del golpe de Estado. “El país quiere vivir en paz y para lograrlo primero debemos garantizar que haya justicia, sobre todo contra los responsables de aquella asonada y las acciones del gobierno de facto, con Jeanine Áñez a la cabeza”, declaró.
Llamó a la unidad nacional y pidió al Poder Judicial juzgar a todos los involucrados en aquellos hechos, que condujeron a la forzada renuncia del entonces presidente constitucional Evo Morales.
“Los perdedores de las elecciones salen hoy a los medios a reclamar. Vamos a hacer respetar el voto popular con justicia para el pueblo”, y resaltó: “Sabemos lo que pasó en el país en octubre y noviembre de 2019, un gobierno de facto fue lo que vivimos. Eso no lo oculta un espot televisivo”.
Arce reiteró que es necesario dar respuesta a las víctimas de la matanza de Senkata en El Alto, y en Sacaba, Cochabamba, en noviembre de 2019, tras el derrocamiento de Morales.
Luego del acto, miles se movilizaron hacia La Paz donde en una declaración señalaron: “Se instruye la inmediata convocatoria a ampliados, reuniones y otros ante cualquier arremetida de los resabios golpistas que aún pretenden desestabilizar la gestión de nuestro hermano Luis Arce y nuestro hermano David Choquehuanca (el vicepresidente)”, dice una declaración leída al término de la manifestación.
En el documento, leído por el líder de la Confederación de Campesinos, Éver Rojas, se afirma que sindicatos, organizaciones indígenas y agrupaciones vecinales afines al gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS) están en “estado de emergencia permanente”.
Exigieron que se someta a proceso a los líderes conservadores que la apoyaron, como los ex presidentes Carlos Mesa (2003-2005), Jorge Quiroga (2001-2002) y Camacho.
La movilización, repetida en varias ciudades, fue convocada por el Pacto de Unidad, que agrupa a los sectores sociales que sustentan al MAS, en medio de la tensión provocada por la situación de Áñez, quien cumple su décimo día de detención en espera de juicio.