Caracas. Dos militares venezolanos murieron y 32 “irregulares” colombianos fueron detenidos en combates en la frontera entre los dos países registrados el domingo, informó ayer la Fuerza Armada de Venezuela en un comunicado.
“Enfrentamientos con grupos irregulares armados colombianos en el sector La Coromoto, parroquia Rafael Urdaneta del municipio José Antonio Páez, estado de Apure” (suroeste), dejaron como resultado “el lamentable fallecimiento” de un mayor y un teniente, además de varios heridos”, según el texto.
En la operación se destruyeron seis campamentos, fueron capturados “32 sujetos” y “decomisado armamento, municiones, explosivos, pertrechos de guerra, vehículos y drogas”.
Durante el despliegue, ejecutado en el contexto de la llamada operación Escudo Bolivariano 2021 ordenada por el presidente Nicolás Maduro, también “fue neutralizado uno de los cabecillas conocido como El Nando”, añadió el texto firmado por el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino.
El presidente Nicolás Maduro confirmó anteayer los combates en la televisión pública y dijo que su gobierno tendrá “cero tolerancia” con “grupos armados que vengan de Colombia en territorio venezolano”.
Autoridades colombianas informaron el domingo que la confrontación dejó varios lesionados y el desplazamiento de una familia al vecino departamento colombiano de Arauca, indicó el alcalde del municipio de Arauquita, Etelivar Torres.
Según Torres, una familia con una mujer embarazada tuvo que salir de su hogar por la violencia y se encuentra en el municipio fronterizo de Arauquita, mientras otras ocho solicitaron apoyo de organismos de socorro colombianos.
A pesar de que comparten una porosa frontera de 2 mil 200 kilómetros, Colombia y Venezuela no mantienen relaciones diplomáticas desde que Bogotá reconoció al opositor Juan Guaidó como presidente interino en enero de 2019.
Aunque Guaidó es reconocido como mandatario interino por medio centenar de países, con Estados Unidos a la cabeza, Maduro mantiene el control del país con apoyo de las fuerzas armadas.
El gobierno colombiano de Iván Duque acusa recurrentemente a Maduro de albergar en su territorio a guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional y disidentes que se apartaron del acuerdo de paz firmado en 2016 con la ahora disuelta guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, algo que Caracas niega.
Por lo pronto, una unidad de la petrolera estatal venezolana, Petróleos de Venezuela (PDVSA), en la isla caribeña de Bonaire, se declaró en bancarrota a principios de este mes, derivado del impacto de las sanciones de Estados Unidos a Venezuela, que les impiden acceso al comercio internacional y a su efectivo en cuentas bancarias, señaló Reuters, citando un expediente judicial.
Preocupa a Caracas segunda ola de Covid-19
En este contexto, Venezuela enfrenta una preocupante segunda ola de Covid-19, que parece más fuerte que la primera y preocupa tanto a las autoridades como al gremio de la salud.
Maduro anunció antenoche un confinamiento de dos semanas, tras meses de flexibilización, que abarcará la Semana Santa, un periodo importante en el país sudamericano.
Caracas tuvo más presencia policial este lunes: se instalaron retenes en avenidas y autopistas para restringir el paso. Había menos gente, aunque en general los comercios estaban abiertos. Venezuela venía intercalando una semana “radical” –en la que se restringe la circulación y sólo pueden abrir comercios esenciales– con una “flexible”, en la que se permite salir.
Según el gobierno, el país de 30 millones de habitantes supera los 151 mil contagios confirmados y mil 500 muertos de Covid-19. Mientras en diciembre y enero se registraban entre 200 y 500 nuevos casos por día, en marzo se dispararon, superando la barrera de los 500 y llegando a 937 el 19 de marzo y mil 161 un día después.
Maduro indicó que “ha aumentado la ocupación en las camas hospitalarias” sin precisar cifras. Pero testigos hablan de hospitales públicos saturados. En el sector privado, la situación también es preocupante.
El gobierno lanzó un plan de vacunación en febrero con fármacos rusos y chinos. El país también recibirá 60 mil vacunas procedentes de Cuba, su aliado más cercano.