Ciudad de México. Derivado de los operativos que fuerzas estatales y federales implementaron en la zona sur del Estado de México, donde el pasado jueves fueron emboscados 13 policías estatales y ministeriales, se ha logrado la detención de 25 presuntos integrantes del grupo delictivo la Familia Michoacana que trabajaban para los tres sujetos que habrían ordenado la masacre.
Sobre los sospechosos pesa ya una orden de captura y se ha emitido un acuerdo donde se ofrece una recompensa de hasta 500 mil pesos a quien proporcione información que permita la ubicación y captura por cada uno de ellos.
En un comunicado de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) se detalló que en el lugar de los ataques fueron encontrados más de 670 casquillos percutidos de diferentes calibres y con análisis periciales se comprobó que las armas utilizadas ya habían sido usadas antes en otros homicidios perpetrados en la zona sur del estado.
La FGJEM indicó que en la zona sur se mantienen casi 500 efectivos de diversas corporaciones que colaboran en la búsqueda de los responsables de estos ataques, tanto de instituciones estatales como de las fuerzas federales.
Las indagatorias han permitido identificar a tres individuos quienes habrían ordenado y organizado esta la emboscada: Alberto Romero Pérez, alias Macrina; Silverio Martínez Hernández, Fierros, y Gilberto Misael Ortiz Trujillo, Barbas, miembros del grupo delictivo la Familia Michoacana.
Los operativos que desde el jueves se mantienen en las zonas de Ixtapan de la Sal, Tonatico, Coatepec, Almoloya de Alquisiras, Zacualpan y Sultepec, han dado como resultado la detención de 25 personas “que son investigadas por tener algún tipo de relación con los tres sujetos identificados como los probables partícipes de estos hechos, además de ser indagados por realizar actividades ilícitas para el grupo delictivo identificado como la Familia Michoacana en esa región de la entidad, entre éstas, la venta y distribución de droga, la conocida como halconeo y robos en diversas modalidades”.
Adicionalmente fueron presentadas ante el Ministerio Público de la FGJEM ocho personas en calidad de testigos, a quienes se les realizó la entrevista correspondiente con relación al ataque contra los agentes. En las diligencias por los hechos se recuperaron cuatro armas oficiales y un arma larga sin identificación.
La dependencia señaló que “luego de realizar las pruebas periciales a dicha arma se pudo establecer que previamente fue utilizada en dos homicidios, el primero de ellos registrado el 16 de julio de 2020 en la comunidad El Colorín, en Ixtapan de la Sal; en este caso la víctima era un sujeto originario de Pilcaya, Guerrero. El segundo homicidio tuvo lugar en la localidad de Agua Amarga, en Coatepec Harinas, el 1 de octubre de 2020; la víctima fue identificada como Daniel “N”, quien era investigado por ser el encargado de la venta de droga en este mismo municipio”.
La Fiscalía de Justicia reveló que en los lugares donde se perpetraron los ataques a los policías “fueron recabados 672 casquillos de los calibres 2.23, 7.62, .38 súper y .9mm. El análisis balístico arrojó que varios de los casquillos 2.23 fueron disparados por un arma que está relacionado con otros homicidios en la zona de Villa Victoria”.
Finalmente, se reiteró que el convoy emboscado el jueves 18 de marzo “se dirigía hacia la zona de Puente de los Sabinos, en Coatepec Harinas, donde se instalaría un punto de revisión”. Al momento del ataque transitaban por la carretera Ixtapan de la Sal-Llano Grande, a la altura de Puerta del Carmen.