Morelia, Mich., Ante el grave deterioro que padece el humedal La Mintzita, donde se encuentra el manantial que abastece de agua a unos 300 mil habitantes de Morelia, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) inició una investigación por el abandono de esa área natural protegida.
A unos 12 kilómetros de la capital michoacana está La Mintzita, que hasta hace poco más de tres décadas abarcaba 39 hectáreas y abundaban los tules y otras especies acuáticas.
La defensoría pública exhortó a las autoridades ambientales de los tres órdenes de gobierno a frenar de inmediato el deterioro, que ha terminado con especies endémicas de la flora y fauna en esta zona. En la actualidad sólo quedan 19 hectáreas de espejo de agua del manantial.
En enero de 2005 el gobierno de Michoacán publicó un decreto para proteger La Mintzita y el área de amortiguamiento (una superficie total de 419.6 hectáreas), impulsar estrategias de conservación, restauración y manejo sustentable de los recursos naturales, con énfasis en especies en riesgo.
Con excepción del espejo de agua, el resto (aproximadamente 400 hectáreas) están secas casi por completo. Hace un año ocurrió un incendio que arrasó decenas de hectáreas de tule, pasto y arbustos.
El humedal también ha sido afectado por la sequía, los asentamientos humanos, la agricultura, la ganadería y la papelera Kimberly Clark (antes Cepamisa y Crisoba Industrial) que opera ahí desde hace 40 años. Ejidatarios y colonos han acusado a Cepamisa de verter residuos químicos al humedal.
En 2020 los denunciantes informaron que había maquinaria quitando rocas y maleza a sólo cinco metros del manantial para construir cabañas turísticas. El proyecto fue frenado. Además, como ha ocurrido desde hace décadas, decenas de pipas se abastecen de agua sin seguir ninguna norma sanitaria o control oficial.
“Hace unos 35 años acostumbrábamos ir a pescar carpas al manantial, pero desde que se instaló Cepamisa acabó con muchas especies”, lamentó Jesús Cortés, vecino de San Nicolás Obispo.
La mayor devastación de los manantiales se dio a principios de la década de 1990, dijo Cortés, quien señaló que “por fortuna ya no dejan que las señoras laven su ropa y echen de detergente y cloro” en el manantial. Pero ahora decenas de pipas abastecen de agua a colonias del poniente de Morelia.
La Mintzita fue un santuario de flora y fauna. Muchas especies han desaparecido, otras apenas sobreviven, y todo parece indicar que en un futuro no muy lejano este manantial podría desaparecer.
En tanto, la presa de Cointzio, ubicada a unos siete kilómetros de Morelia por la salida a Pátzcuaro, el otro sistema que abastece de agua potable a la capital del estado, tiene cada vez menos líquido debido a la deforestación y el cambio climático.
Ahora se encuentra a menos de 50 por ciento de su capacidad y la Comisión Estatal de Agua espera menos lluvias este año.