Madrid. El escape de agua de Marte al espacio se acelera por las tormentas de polvo y la proximidad del planeta al Sol, y sugiere que algo de agua puede haberse quedado bajo la superficie.
Es la conclusión de nuevas investigaciones con la misión Mars Express de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) en órbita del planeta rojo.
Aunque hoy es árido, probablemente fue alguna vez un mundo cubierto de agua como la Tierra. La evidencia de esto se ve en imágenes de vastos canales de salida formados por inundaciones, valles fluviales y deltas excavados en la superficie del planeta, así como en observaciones de radar de depósitos de agua líquida encerrados debajo del hielo y el polvo del polo sur del planeta.
Ahora el agua sólo existe en Marte en forma de hielo o gas debido a la baja presión atmosférica en el planeta. Ha perdido gran parte de ese recurso durante los pasados miles de millones de años y todavía lo pierde de su atmósfera.
Dos nuevos estudios, dirigidos por Anna Fedorova, del Instituto de Investigación Espacial de la Academia de Ciencias de Rusia, y Jean-Yves Chaufray, del Laboratoire Atmospheres Observations Spatiales de Francia, aclaran cómo el agua se mueve a través de la atmósfera de Marte y sale de ella. Revelan que este proceso se ve afectado por la distancia que hay entre el planeta y el Sol, así como por los cambios de su clima, incluidas las masivas tormentas de polvo globales que a menudo se ven en el planeta rojo.
Ambos estudios utilizaron conjuntos de datos extensos de varios años obtenidos por el instrumento Spicam (espectroscopía para la investigación de las características de la atmósfera de Marte) del orbitador Mars Express de la ESA.
“La atmósfera es el vínculo entre la superficie y el espacio, por lo que tiene mucho que decirnos sobre cómo Marte ha perdido su agua. Estudiamos el vapor de agua en la atmósfera desde el suelo hasta 100 kilómetros de altitud, una región que aún no se había explorado, durante ocho años marcianos”, explicó Fedorova en un comunicado.
Fedorova y sus colegas encontraron que el vapor de agua permanecía confinado a menos de 60 kilómetros cuando Marte estaba lejos del Sol, pero se extendía hasta 90 kilómetros de altitud cuando el planeta estaba más cerca del astro. A través de una órbita completa, la distancia entre el Sol y el planeta rojo varía entre 207 millones y 249 millones de kilómetros.
Cerca del Sol, las temperaturas más cálidas y la circulación más intensa en la atmósfera evitaron que el agua se congelara a cierta altitud. “Entonces, la atmósfera superior se humedece y se satura de agua, lo que explica por qué las tasas de escape de agua se aceleran durante esta temporada: el agua se transporta más alto, lo que ayuda a escapar al espacio”, agregó Fedorova.
En los años en que Marte experimentó una tormenta de polvo global, la atmósfera superior se volvió aún más húmeda, acumulando agua en exceso a altitudes de más de 80 kilómetros.
“Esto confirma que las tormentas de polvo, que calientan y alteran la atmósfera de Marte, también llevan agua a grandes altitudes. Gracias a la observación continua de Mars Express, analizamos las dos pasadas, en 2007 y 2018, y comparar lo que hallamos con años sin ellas para identificar cómo contribuyeron a la pérdida”.
Este hallazgo está respaldado por un estudio dirigido por Chaufray, que modeló la densidad de los átomos de hidrógeno en la atmósfera superior de Marte durante dos años y exploró cómo esto se relacionaba con el escape de agua.