El histórico paquete de casi 3 trillones de dólares de estímulo a la economía firmado por el presidente Joe Biden la semana pasada “ayudará a salir de la pobreza a millones de estadunidenses y pondrá al país del otro lado de la pandemia”, según describe la revista Forbes (marzo 11, 2021).
Entre los principales beneficios directos que se derivan de la derrama económica del paquete están los recursos para millones de familias de bajos ingresos y millones de niños que les permitirá salir del estado de pobreza. Además, incluye el apoyo para quienes han perdido el trabajo y para más de 30 millones de personas que están en peligro de ser lanzados de su vivienda por no estar en condiciones de pagar la renta o la hipoteca.
Otros beneficios de la derrama serán recursos a las escuelas para realizar las adaptaciones necesarias que permitan regresar a clases, y el apoyo a los gobiernos locales que han perdido ingresos fiscales por lo que no disponen de recursos suficientes para proveer de servicios a la población.
Como lo habían anunciado, los congresistas republicanos se opusieron al paquete por “considerarlo excesivo e innecesario” debido a que el país “ya está saliendo de la crisis originada por la pandemia”.
Parecen olvidar que aún hay más de 4.5 millones de desempleados, de acuerdo con una proyección del Instituto de Estudios Urbanos. (Urban Institute, feb 2021). Uno de cada siete estadunidenses por debajo del nivel de pobreza, que este año aumentará a 13.7 por ciento de la población, “entre los que hay quienes en ocasiones no tienen lo suficiente para comer”, obtendrá recursos en 2021. Esto ocurre en un país en donde, de acuerdo con información del censo, uno por ciento de la población detenta 30 por ciento de la riqueza, y 50 por ciento sólo el uno por ciento de ella.
El Partido Republicano ha iniciado una campaña en contra del paquete de salvamento, con el argumento de que es excesivo e innecesario, ya que el país está saliendo de la crisis, atemorizando a la población con el fantasma de que ocasionará un grave proceso inflacionario que pagarán las futuras generaciones. Han ignorado deliberadamente que 80 por ciento de la población está de acuerdo con su aprobación debido a las pésimas condiciones económicas por las que atraviesan.
La respuesta a la campaña republicana provino de un sinnúmero de especialistas, entre ellos Paul Krugman. Concluyeron que el Banco Central y el Tesoro estadunidenses disponen de instrumentos suficientes para controlar el peligro de inflación, en el remoto caso de que sucediera. Krugman recordó que, en la Gran Crisis de 2008, el paquete de recursos para salvar la economía fue insuficiente, por lo que la recuperación fue lenta y parcial.
Añadió que esta vez es preferible un nivel mínimo de inflación a que los recursos no alcancen para compensar los terribles efectos humanos, económicos y sociales que la pandemia ha ocasionado. Consciente del costo político que pagó la administración de Barack Obama por la parquedad en dar a conocer la importancia del paquete que en 2008-9 salvó la economía del país, la administración del presidente Biden no tardó en iniciar una campaña para informar sobre los beneficios de la derrama económica del paquete.
En aquella ocasión, el Partido Republicano orquestó una campaña de desprestigio en contra del paquete de salvamento y, posteriormente, de la reforma de salud, que a la postre le costó a Obama y a los demócratas perder la Cámara de Representantes y el Senado. Es evidente que nuevamente los republicanos tienen en la mira las elecciones de 2024 para arrebatar el Congreso a los demócratas, como lo hicieron en 2010.
Es opinión general que la carrera para superar la crisis es larga y sinuosa, pero con este trascendental impulso a la economía, Biden abre un horizonte que buena falta le hace a un país en el que las expectativas se tornaron en grises nubarrones durante los pasados cuatro años.
P.S. Como homenaje a Vicente Rojo, cuya maestría y creatividad quedó plasmada en el diseño original de este diario.