Sidney. Las lluvias torrenciales seguían azotando el sureste de Australia este lunes, agravando inundaciones nunca vistas en un siglo que han obligado a miles de personas a evacuar sus hogares y han provocado el cierre de cientos de colegios.
Muchas zonas de la costa de Nueva Gales del Sur, el estado más poblado del país, están anegadas, incluidos algunos barrios de Sídney que no habían sufrido nada igual desde hacía décadas.
El lunes las autoridades exhortaron a ocho millones de habitantes a evitar los desplazamientos innecesarios y a priorizar el teletrabajo. En algunas zonas cayeron 250 mm de precipitaciones en 24 horas.
El contraste es llamativo con finales de 2019, cuando esta región sufrió incendios forestales sin precedentes y restricciones de agua debido a un largo período de sequía.
Los investigadores prevén que Australia se enfrente fenómenos meteorológicos extremos debido al calentamiento global.
Según la primera ministra de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian, se ordenó la evacuación de 18 mil personas y 38 áreas fueron declaradas en estado de catástrofe natural.