Miami. La ciudad de Miami Beach extendió hasta abril el estado de emergencia en el que se encuentra debido a la incontrolable multitud de turistas que celebran lo que perciben como el fin de la pandemia en Estados Unidos en un caótico festín que ha dejado mil arrestos.
Los comisionados autorizaron el domingo al administrador interino, Raúl Aguila, extender la emergencia hasta el 13 de abril, cuando terminan las vacaciones de primavera que todos los años atraen a miles de estudiantes a esta pequeña isla frente a Miami, en el sur de Florida.
"El administrador tiene la autoridad de extender el estado de emergencia, si es necesario, hasta el 13 de abril", dijo a AFP una portavoz de la ciudad el lunes.
Todos los años la multitud es problemática, pero esta vez parece ser mucho mayor de lo normal, algo que el alcalde de Miami Beach, Dan Gelber, adjudica al hecho de que los turistas que buscan huir de las restricciones impuestas por la pandemia no tienen muchas otras opciones.
"Hay pocos lugares abiertos en el resto del país, o son muy fríos, o están cerrados y además son muy fríos", dijo el alcalde el sábado.
También especuló que los precios de los hoteles y de los boletos aéreos, ambos reducidos por la pandemia, y el hecho de que muchos vienen en coche de estados vecinos, contribuyeron a producir este caos.
"Estos no son nuestros vacacionistas de primavera de siempre", dijo Aguila.
Videos y fotos en las redes sociales muestran mujeres semidesnudas haciendo twerking en los techos de los autos, hombres ofreciéndoles fajos de billetes y una multitud de turistas apiñados codo a codo, bailando sobre los coches, pasando las botellas de mano en mano; además de estampidas, riñas, disparos al aire y encuentros con la policía.
Desde el 3 de febrero se han confiscado 80 armas y se produjeron mil arrestos, 350 de ellos por delitos graves, indica la orden ejecutiva de la ciudad.
Por esto, el sábado, Aguila impuso un toque de queda nocturno en las calles más turísticas de South Beach, el epicentro de la fiesta en Miami Beach, y ordenó el cierre de los tres puentes que conectan la isla con Miami desde las 10 de la noche hasta las 6 de la mañana.
Estas medidas, que tienen validez de jueves a lunes, no son fáciles de implementar. En las noches del sábado y el domingo, se vieron imágenes de decenas de coches policiales tratando de desalojar a la multitud de juerguistas, en ocasiones lanzando proyectiles de gas pimienta.
En tanto, los puentes –a los que por las noches solo tienen acceso los residentes, los trabajadores y los huéspedes de los hoteles– registraron filas interminables por la lentitud de los controles y algunos vecinos demoraron horas en recorrer un trecho de 10 minutos.
La isla de apenas 92 mil habitantes atrae a 200 mil visitantes y trabajadores todos los días, dijo Gelber la semana pasada.