Lázaro Cárdenas, QR., Habitantes del poblado de Santa Melva, en el municipio de Lázaro Cárdenas, denunciaron la destrucción de una albarrada antigua que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) mantiene en reserva y cuyas piedras labradas fueron utilizadas para la construcción de la barda de una casa.
Vecinos de la comunidad, ubicada a 30 minutos de Cancún por el tramo 251 de la carretera Cancún-Mérida, denunciaron a Gloria María Dzul Tech, presidenta de la asociación de padres de familia de una escuela en construcción, pues no atendió un oficio que envió el INAH, el cual indicaba que debían respetarse las ruinas y, a pesar de ello, las utilizó para construir su vivienda.
Los habitantes de Santa Melva están reuniendo los requisitos que pide la Federación para convertirse en poblado y contar con todas las obligaciones y derechos.
Por eso, a la par de la conformación del pueblo se inició la construcción de una escuela, pero el INAH solicitó en un oficio reubicar la obra para no afectar la albarrada cercana, por lo que los pobladores dejaron inconclusa una palapa y reubicaron la obra.
Sin embargo, María Dzul, quien llegó hace cinco años a la localidad, se quedó en los predios que el INAH recomendó reservar, quitó piedras labradas y construyó una barda que resguarda dos viviendas de madera donde viven sus familiares directos.
Los vecinos acusaron que la mujer también se hace pasar por presidenta del comité de construcción del plantel del Consejo Nacional de Fomento Educativo, por lo que recibió 300 mil pesos que envió la Federación para la escuela, pero Dzul dejó inconclusa la obra, conectó el drenaje a la ventana de un cenote y vendió material de construcción con el argumento de recabar más recursos para la construcción.
El delegado del INAH, Margarito Molina, informó que el crecimiento turístico de Quintana Roo, sobre todo en los proyectos de bajo impacto, y la constante migración, representan un peligro para los vestigios arqueológicos.
Dijo que en la península de Yucatán se han cometido miles de atentados al patrimonio histórico y la institución carece de personal para enfrentar el problema; pese a ello, aseguró que investigará el caso de Lázaro Cárdenas.
Asimismo, mencionó que las inmobiliarias regularmente notifican al INAH para iniciar obras de grandes proyectos, son respetuosos cuando encuentran vestigios e invierten en su conservación o restauración; lo contrario pasa con proyectos de bajo impacto: los constructores usan tractores para desmontar la zona y a menudo destruyen legado histórico.