Las preocupaciones económicas y ansiedad general respecto al Covid-19 se ubican entre las principales dificultades que han enfrentado estudiantes universitarios durante la emergencia sanitaria, a lo que se suma los problemas para acceder a una adecuada conexión a Internet y el equipamiento tecnológico, revela la Primera Encuesta Nacional sobre Calidad y Acreditación en la Superior de México para la nueva normalidad poscovid.
La investigación, elaborada por el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior y la Universidad Veracruzana, en la que participaron rectores, directores de facultades y responsables de la acreditación de calidad de 95 instituciones de educación superior, advierte de múltiples desafíos frente a un posible regreso a clases presenciales.
Desafíos para el retorno presencial
Los estudiantes se han visto sometidos a condiciones que han generado aislamiento social, que se ubica entre las principales dificultades que han enfrentado, de acuerdo con los encuestados, a lo que se suma la falta de comunicación con sus profesores o los problemas para mantener un horario regular.
Consideraron que estas casas de estudio se han visto muy afectadas por los altos costos de la transición digital en el contexto de la pandemia, pero también por la elevada inversión que significará el regreso a la presencialidad y por el “descontento estudiantil por la formación híbrida”.
Opinaron que los impactos negativos se deben al “desaliento de la internacionalización académica, a la deserción estudiantil y a la falta de capacitación de los docentes sobre el uso de las tecnologías de la información y comunicación (TIC)”.
Los directores de facultades refieren afectaciones debido a los “recortes de financiamiento a las instituciones de educación superior públicas; estancamiento en las contribuciones de investigación y la falta de equipamiento de TIC”, además de que se deberá enfrentar un reajuste del calendario escolar; la falta de contenidos en línea alineado a los planes de estudios y la continuidad de actividades formativas en la modalidad a distancia.
Si bien entre los principales hallazgos de la encuesta se incluye que ocho de cada 10 rectores consultados consideran que el compromiso social de las universidades y sus actividades son un bien público, destacan que la “sociedad desconoce sus resultados y faltan estudios sobre su impacto”.
Ante los desafíos que ha representado la pandemia,rectores y directores de facultades también plantean la necesidad de reflexionar sobre una “reorganización integral en las instituciones de educación superior y de implementar un enfoque mixto, semipresencial y con alto uso de la tecnología en los procesos necesario para laenseñanza-aprendizaje”.