La pandemia de Covid-19, y el desempleo que generó, empujó a muchas mujeres a vender diversidad de productos en redes sociales. Son las emprendedoras actuales o popularmente llamadas nenis, por la forma amable de referirse a sus clientas, generalmente como “nenas”.
Carlos Alba Vega, coordinador del Seminario Permanente sobre Trabajo y Desigualdades en El Colegio de México (Colmex) señaló a La Jornada que ellas “pueden percibir más de lo que ganarían en un empleo formal”, pero advirtió que “la zanahoria del dinero inmediato hace perder de vista previsiones futuras, asuntos relacionados con el retiro. No generan un sistema de protección o seguridad social ni están en una agrupación que les permita cubrir riesgos presentes y futuros”.
Expuso que las nenis, y todos aquellos que se encuentran en las “economías populares”, están resolviendo una dificultad emergente. En sus estudios de campo sobre la “economía popular”, los entrevistados le han comentado que “yo no soy problema, el problema ya existía, yo estoy haciendo algo para resolverlo. Las personas tienen que inventar sus propios medios para sobrevivir”, por ejemplo, ahora ante el Covid-19.
“La economía popular no debemos verla como una desintegración o como el caos o anárquica, sino como un sistema que tiene la capacidad de integrar a personas que de otro modo estarían en la criminalidad o migrando.”
Esta semana, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) destacó que la “economía neni dinamiza el comercio digital en México”.
José Martínez Cortés, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, indicó que un estudio realizado por la UNAM arrojó que esta economía de autoempleo “arroja ventas por 9 millones 500 mil pesos diarios y millones de hogares tienen un ingreso por actividades de este tipo”.
Advierte que la mayoría trabajan jornadas de más de ocho horas, es una labor de todo el día y de toda la semana.
María Edith Pacheco Gómez, investigadora del Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales del Colmex, aseguró que el Covid-19 ahondó las diferencias que había entre hombres y mujeres en lo laboral, y manifestó en entrevista que las mujeres fueron más afectadas porque una mayor proporción laboraba en el sector de servicios, en hotelería y en restaurantes, entre otros de los que tuvieron que paralizar sus actividades desde el primer confinamiento .
A mediados de febrero pasado el Instituto Nacional de Estadística y Geografía dio a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, con cifras del cuarto trimestre de 2020, y señaló que la población económicamente activa (PEA) femenina fue la más afectada, con una disminución de 5 por ciento. La PEA masculina se redujo 1.7 por ciento en el mismo lapso.
Emilia, es ingeniera química, pero el Covid-19 la convirtió en neni. Ahora vende zapatos por Internet. “Tenía que hacer algo, no me iba a quedar de brazos cruzados, hay que comer”. Confía en que tras la pandemia, vuelva a lo suyo.
Tania elabora comida y la entrega a domicilio. Ella no quedó desempleada, pero su pareja sí, y emprendieron este negocio. Reparten por su colonia y consiguen clientes en el grupo de Facebook de la zona cercana a ellos.
Paulina vende chamarras y vestidos. Confesó que en persona no habría podido vender nada. “No se me daba, pero por redes sociales es diferente.
“Como no es persona a persona, pierdes el miedo”. Las nenis han sido tendencia e Twitter, con elogios por sus éxitos económicos.