Tokio. Los aficionados de otros países no podrán acudir a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio, que se disputarán en los meses de julio, agosto y septiembre de este año, debido a los riesgos sanitarios ligados a la pandemia de Covid-19, anunciaron los organizadores.
“En orden de ofrecer claridad a los poseedores de entradas que viven en el extranjero y permitirles que puedan ajustar sus planes de viaje en este momento, las partes desde el lado japonés han llegado a la conclusión de que esas personas no podrán entrar en Japón en ese tiempo de los Juegos”, dijeron los organizadores en un comunicado.
Los comités Olímpico y Paralímpico “respetan totalmente y aceptan esta conclusión”, señaló el texto.
El presidente del Comité Olímpico Internacional, el alemán Thomas Bach, dejó entrever la decisión al inicio de la reunión, avisando de que “decisiones difíciles” serían necesarias para fortalecer la seguridad. “Realmente lamento esto. Sabemos que todos están haciendo un enorme sacrificio”.
La presidenta de Tokio 2020, Seiko Hashimoto, habló de una decisión “muy decepcionante”, pero “inevitable”. Admitió que incluso será “difícil” que acudan los familiares de los deportistas que participen en la justa.
“Es una noticia que esperábamos que nunca llegara”, reaccionó la delegación olímpica estadunidense.
Esta prohibición constituye un hecho histórico. “Nunca había ocurrido que espectadores extranjeros tuvieran prohibida la entrada al país organizador de los Juegos, ni siquiera durante la gripe española en los de Amberes de 1920”, recordó Jean-Loup Chappelet, profesor emérito de la Universidad de Lausana y especialista en justas olímpicas.
Los organizadores indicaron que se vendieron 600 mil boletos a espectadores fuera de Japón. Prometieron rembolsos, pero esto de-ben determinarlo los llamados revendedores de entradas autorizados, que gestionan las compras en el exterior del país. Estos intermediarios aplican tasas de hasta 20 por ciento sobre el importe del ticket, y no está claro si esa tarifa se devolverá.
Toshiro Muto, director ejecutivo del comité organizador, afirmó que no son responsables por dinero perdido en vuelos y reservación de hoteles. Dijo que esto no se incluye en ningún “contrato de convenio con Tokio”.
El gobierno japonés asumirá carga financiera
La carga financiera por la pérdida de estas ventas recaerá en Japón. El presupuesto del comité organizador contemplaba ingresos por 800 millones de dólares por ese concepto, la tercera ma-yor partida dentro de la financiación privada. Cualquier déficit en el presupuesto tendrá que ser asumido por el gobierno.
La decisión había sido ampliamente anticipada en las últimas semanas, con filtraciones sugiriendo que los organizadores pensaban que una prohibición de entrada a visitantes procedentes del extranjero es la única opción, cuando trabajan para hacer unos certámenes seguros pese a la pandemia.
En total, Japón invierte oficialmente 15 mil 400 millones de dólares en la organización de los Juegos. Varias auditorías gubernamentales indican que el costo real puede ascender el doble. A excepción de 6 mil 700 millones, el resto son fondos públicos.
Los Juegos Olímpicos, pospuestos el año pasado debido a la pandemia del coronavirus, están programados para el 23 de julio al 8 de agosto y los Paralímpicos del 24 de agosto al 5 de septiembre.