El 19 de septiembre de 1985, Dee Snider, líder de los legendarios glam metaleros Twisted Sister, se enfrentó al senado estadunidense y a la anquilosada opinión pública gringa, representada por el Centro Parental de Recursos Musicales, organismo ultraconservador, defensor de la “moral y las buenas costumbres”, en una disputa contra la censura y la mala interpretación de las letras de algunas de sus canciones.
Este importante caso en la historia de la industria de la música, no sólo en gringolandia, sino en todo el mundo, demostró lo políticamente incorrecto que puede llegar a ser el heavy metal y todas sus vertientes, pues Snider, quien estuvo acompañado por Frank Zappa y John Denver, defendió de manera inteligente y lúcida su quehacer creativo, su estética y su actitud, dándole una lección de discernimiento y elocuencia a ese centro, encabezado por Tipper Gore, esposa de Al Gore, entonces senador demócrata y futuro vicepresidente de ese país.
Épica fue la respuesta de Dee a los cuestionamientos de los senadores sobre la posible relación de la letra de We’re Not Gonna Take It, del álbum Stay Hungry (1984), con temas como el sexo, la violencia o las drogas, dejándolos perplejos, aunque al final las Washington Wives, como se conocía a esas señoras, ganaron con la instauración de la etiqueta Parental Advisory a lo que consideraban que podría herir susceptibilidades.
Vale la pena recordar dicha audiencia, que gracias a la tecnología puede verse en YouTube, para darnos cuenta de que el metal no sólo es ruido, pose o blasfemias, sino todo un modo de vida, de pensar, de concebir el mundo; una cosmovisión que muchas de las veces va en contra los cánones establecidos y busca manifestar su inconformidad ante el establishment y sus normas.
Guardando la debida distancia, un caso, digamos parecido, es el que enfrenta Adam Nergal Darski, líder de la banda polaca de black death metal Behemoth, quien en su país es acusado de ofender los sentimientos religiosos de ¡cuatro personas!, al publicar, en septiembre de 2019 en Instagram, una fotografía en la que se aprecia un pie sobre una imagen de la Virgen María tirada en el piso.
Con la libertad de expresión como estandarte, Nergal la compartió en su red social, pero algunos integrantes de la extrema derecha, como el grupo legal conservador Ordo Luris y la organización Sociedad Patriótica, la llevaron más allá y notificaron a las autoridades que se habían ofendido las creencias de cuatro personas.
La pena por esta falta, de acuerdo con un juez en Varsovia, sería el pago de 15 mil zlotys, poco más de 80 mil pesos; sin embargo, Adam apeló al veredicto y se fue a juicio, donde podría enfrentar una sentencia de hasta dos años en prisión y el pago de dicha multa si llegara a perder el litigio.
El caso que desató la polémica imagen tomada durante la sesión de fotos Me And That Man, su otra agrupación, es reflejo de lo que el músico ha enfrentado por más de 15 años, siendo crítico de la administración de derecha polaca, tiempo en el que incluso ha sido acusado de ser partidario de la extrema derecha, lo que ha negado, además, ya había sido acusado de blasfemo en 2010, en relación con un hecho suscitado en 2007, cuando rompió una Biblia en el escenario.
De acuerdo con diversos medios polacos y europeos, el proceso en contra de Nergal es uno más de los varios juicios por blasfemia en contra de artistas polacos. Bajo el gobierno de derecha del partido Ley y Justicia, este tipo de demandas han aumentado, pasando de 10, en 2016, a 29 en 2020.
El artículo 196 del código penal de esa nación sanciona a “quien ofenda los sentimientos religiosos de otras personas al insultar públicamente un objeto de culto religioso o un lugar designado para ceremonias religiosas públicas”, aunque no se requiere que sea una ofensa generalizada para hacer una denuncia.
Es importante destacar que el primer ministro polaco, Mateusz Jakub Morawiecki, en diversas ocasiones ha manifestado su deseo de “volver a cristianizar” Europa. De ese tamaño están las cosas en esa nación que no le pide nada a la nuestra.
Ante tal situación, Adam Darski ha lanzado la campaña Ordo Blasfemia, en GoFundMe, con el objetivo de recaudar dinero para su defensa, así como para proyectos de justicia social contra la imposición estatal de los valores católicos en su país y en cualquier parte del mundo.
“Es una fotografía en Instagram de una pintura y un zapato. Ni siquiera preguntaron qué era esa imagen, sólo supusieron que era la Virgen María, lo que se sabrá, si era o no, cuando inicie mi demanda”, adelantó el vocalista y compositor sobre el juicio que se acerca, aunque 1985 nos quede un poco lejos.