La asamblea de accionistas de Siglo XXI Editores, donde se daría a conocer a los nuevos poseedores de la mayoría de las acciones de ese sello, se suspendió, pues fue considerada una sesión ilegal, informó Iván Restrepo.
La razón principal para la cancelación fue que las acciones mayoritarias, en poder de Jaime Labastida, “no habían sido registradas a la venta conforme a la ley y tampoco registradas por parte del nuevo propietario. Si eso no se cumple, no pueden presentarse a una sesión y, por tanto, se suspendió por falta de quórum”, explicó el accionista en entrevista.
También se cuestionó la forma en que fue llamada la asamblea, ya que el consejo de administración de Siglo XXI no hizo correctamente la convocatoria.
El equipo de prensa de la editorial informó, en breve comunicado, que subsistieron “ambas argumentaciones” y no se realizó la sesión. Adelantó que se repetirá el proceso y se hará una convocatoria acorde.
En semanas recientes varios socios habían manifestado su oposición a la venta de títulos que el escritor (hasta entonces accionista mayoritario) hizo a empresarios de Chihuahua que no se dedican al mercado editorial.
En respuesta, Jaime Labastida, director del sello, aseguró a La Jornada (10/3/21): “No veo nada inconveniente, al contrario. La compraventa ya está hecha, ya se cumplió, ya no soy accionista de Siglo XXI. Voy a asistir a la asamblea en calidad de director general”.
El escritor afirmó que “el futuro de Siglo XXI Editores está garantizado, no está en riesgo su espíritu ni se va a traicionar a los lectores”.
Restrepo mencionó: “A la opacidad que ha habido en torno a la venta de estas acciones, la falta de información sobre el comprador y la confianza que debíamos de tener los fundadores de Siglo XXI sobre quién compra, se agrega que ni siquiera hayan tenido el cuidado de hacer el traspaso de acciones legalmente y, por tanto, no pudo realizarse la asamblea. No había mayoría”.
La empresa que compra se constituyó hace apenas seis meses, su capital social es de 50 mil pesos y está adquiriendo acciones por 7 millones de dólares, “que según sabemos es lo que le dio a Labastida”.