La Paz. Bolivia pidió ayer a Estados Unidos y Brasil “no intervenir” en sus asuntos internos, luego de que esos países expresaron preocupación por la encarcelación de la ex presidenta de derecha Jeanine Áñez por su participación en el golpe de Estado contra el depuesto mandatario Evo Morales.
La cancillería boliviana informó en dos comunicados que sostuvo reuniones separadas en La Paz con diplomáticos de Estados Unidos y Brasil y les recordó los acuerdos internacionales que llaman a los países a no intervenir en materia de “jurisdicción interna” de otras naciones.
A la encargada de negocios de Washington en La Paz, Charisse Phillips, le “recordó el deber de abstenerse de intervenir en asuntos internos” de Bolivia, y al embajador brasileño, Octavio Henrique Días, la “no intervención” en los procesos judiciales en marcha, según los textos.
Áñez fue detenida la semana pasada por acusaciones de sedición, terrorismo y conspiración y por lo que su antecesor y rival Evo Morales denuncia como “golpe de Estado” en su contra.
La Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea también han pedido respeto a las garantías judiciales y transparencia en el proceso.
La Paz criticó antier al secretario general de OEA, Luis Almagro, por plantear que se lleve el caso boliviano a la Corte Penal Internacional de La Haya.
La ex mandataria de facto, de 53 años, y sus ex ministros de Justicia y Energía fueron encarcelados el fin de semana pasado.
Tras las protestas alentadas por la derecha, que sin pruebas alegó fraude en los comicios en que Morales ganó un cuarto mandato en octubre de 2019, la policía y las fuerzas armadas conminaron al mandatario a renunciar.
La Cámara de Diputados de Bolivia se sumó a una resolución de condena a la “injerencia” de Almagro, emitida antier por el Senado.
El canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, acusó a Almagro de estar detrás de un golpe de Estado contra Morales y destacó que la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América Tratado de Libre Comercio rechaza la injerencia del secretario general de la OEA en la situación de Bolivia.
Áñez comenzó una huelga de hambre, al señalar que “no quiere luchar”. Además, está deprimida, aseveró la presidenta de la Asamblea de Derechos Humanos, Amparo Carvajal, quien la visitó en la cárcel de mujeres de Obrajes.