Al menos 6 mil 400 hectáreas de vegetación habían sido arrasadas hasta este jueves por el incendio forestal que comenzó el martes pasado en la sierra de Arteaga, en los límites entre Coahuila y Nuevo León, dio a conocer la Secretaría de Medio Ambiente (Sema) de la primera entidad.
La administración que encabeza el priísta Miguel Ángel Riquelme indicó que las brigadas que combaten las llamas sólo las habían sofocado en 5 por ciento, y que 80 por ciento del área perjudicada está en territorio de Coahuila.
Rachas de viento hasta de 60 kilómetros por hora entorpecían el trabajo de los más de 450 brigadistas procedentes de los dos estados afectados, así como de Tlaxcala y Durango, apoyados por efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional. Los auxiliaban cinco helicópteros, que lanzaron agua mezclada con líquido retardante para apagar el fuego y enfriar la zona devastada.
En su reporte más reciente, la Sema precisó que la conflagración arruinó 3 mil 500 hectáreas de vegetación en Coahuila y 2 mil 900 en Nuevo León.
A su vez, la Dirección de Protección Civil de Coahuila dio a conocer que 50 habitantes de la comunidad rural El Baratillo, municipio de Arteaga, fueron desalojados para evitar las llamas, que llegaron a unos 300 metros del poblado.
El gobernador Riquelme informó a su vez que la Fiscalía General del Estado inició investigaciones para determinar el origen del siniestro, ante la teoría de que fue provocado por el descuido de una familia que encendió una fogata en una cabaña de descanso.
Pedirán apoyo federal
El director de Protección Civil de Nuevo León, Miguel Ángel Perales, afirmó que las labores para sofocar el incendio podrían tardar hasta un mes y que la conflagración propició que la calidad del aire en la zona metropolitana de Monterrey fuera ayer “extremadamente mala”.
El gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez, reportó en conferencia de prensa por Internet que las llamas destruyeron al menos 80 propiedades y dejaron daños de diversa magnitud en otras tantas, además de que obligaron a desalojar a unas 400 personas de nueve comunidades de la entidad, de las cuales unas 300 podrían volver a sus hogares este viernes.
“El incendio sigue en San José de las Boquillas, pero hay comunidades que ya no tienen riesgo y van a empezar a regresar mañana (viernes): Peñita, Los Lirios y San Sebastián. Se hará una ruta para que puedan regresar”, afirmó.
Rodríguez notificó que emitió declaratoria de emergencia y gestionará ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público apoyo para combatir la conflagración. Agregó que persistían los incendios forestales en el municipio rural de Rayones, al igual que en Galeana y Zaragoza.
En este contexto, el municipio nuevoleonés de Santiago instaló un centro de acopio frente al hotel Cola de Caballo para recibir víveres que se destinarán a los damnificados.
Asimismo, el cuerpo de bomberos de Nuevo León pidió a los ciudadanos donar alimentos y herramientas para combatir el fuego. “La intención es tender una mano a nuestros compañeros de las diferentes direcciones de protección civil y a quien lo necesite”, explicó el director de la corporación, Alejandro Zúñiga.