Hipnótico, es como podría definirse el sonido que generaba en los alientos, el mágico instrumentista, compositor y productor, Eulalio Cervantes Galarza, mejor conocido como Sax, quien falleció tras un largo padecimiento y finalmente por Covid-19, el 14 de marzo, a los 52 años. Usual es que en las bandas de rock, los solos sean del guitarrista; con Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio, los solos estelares eran del Sax, desbocando el aire sobre saxofones varios, clarinete, trompeta, trombón, así como diversos instrumentos árabes. Lo que de él emanaba se transfiguraba en el sello característico del grupo.
Si bien los solos de saxofón son comunes en el blues y el jazz, y lo fueron en el pop de los años 80, las intervenciones de sonido único y personal de Sax, con toques aflamencados y arabescos, sobre fusiones de ska con rock, son inusuales; y en México al menos, no tiene par. Muchos de los temas más emblemáticos de La Maldita, giran en torno a motivos y riffs compuestos por aquél: Kumbala, Pachuco, Pata de Perro, Solín.
Quizá por su personalidad tímida y discreta, no tenía los grandes reflectores encima, pero Sax no era un músico más. De San Luis Potosí, empezó su carrera a los once años como el saxofonista y clarinetista más destacado de la Orquesta Juvenil de su natal Soledad de Graciano Sánchez; a los trece participó en una actuación de niños en el Palacio de Bellas Artes; ganó nombre por su habilidad para la improvisación en instrumentos de viento. Estudió en el Instituto de Bellas Artes de su estado y en el Conservatorio Nacional de la Ciudad de México. Además de tocar durante tres décadas con su banda de marras, colaboró con Mano Negra, Fabulosos Cadillacs, Café Tacvba, Héctor Infanzón, Bill Laswell, entre otros, y poseía récord ejecutando la técnica de respiración circular con el saxofón sobre una sola nota.
El sonido de Sax era un llamado, un clamor que sonaba a calle y nostalgia urbana, a frenetismo que incita al baile y a la euforia citadina, pero también a la melancolía y el trance. Memorables son esos momentos en directo, cuando Sax, virtuoso, tocaba varios instrumentos a la vez, generando texturas cósmicas, irrepetibles. Con su muerte se va el sonido de una época, tras haber dejado huella en el imaginario popular, a bordo de una de las bandas más relevantes en la historia de la música mexicana. Es fuerte decirlo, pero qué difícil es imaginar a La Maldita sin su irremplazable aura sonora. Quedan sus notas resonando en la memoria colectiva. Descanse en paz.
Grammys: giro dinámico por pandemia
Aunque uno quisiera ignorar los premios Grammy que otorga la Academia Nacional de Grabaciones, Artes y Ciencias estadunidense a lo mejor del año previo, es imposible pues siguen incidiendo en la industria de la música: en el eco que se da a ciertos artistas y tendencias, que influye en lo que escucha el gran público.
Muchos siguen creyendo que se otorgan a quienes cuentan con mayor calidad, siendo que fueron creados para preservar la maquinaria comercial. Como se ha señalado aquí antes (https://bit.ly/2NubT3Y), las disqueras, agencias, productoras, promueven sus productos, para lo cual invierten en payola para hacerlos sonar en todos lados (radio, TV, redes, canales de video, plataformas digitales): acaban gustándole a más gente. Lo que se vuelve más popular no es lo más pedido sino lo más sonado, o sea, lo más pagado. Los Grammy premian a quienes resultan populares gracias a lo que la misma industria paga para que lo sean.
Por ello, en cada emisión buscan legitimarse premiando talentos genuinos; sin embargo, la oportunidad de que tales artistas lleguen a más gente, queda sepultada, pues sale al aire sólo lo más comercial. Ejemplos de reconocimientos merecidos en su edición 63: Fiona Apple (Mejor Disco de Música Alternativa y Mejor Interpretación Rock), Brittany Howard (Mejor canción Rock), The Strokes (Mejor Disco Rock), Thundercat (Mejor Disco R&B Progresivo), Anderson .Paak (Mejor Interpretación Rap Melódico), Chick Corea (Mejor Interpretación Jazz Solista y Mejor Disco de Jazz Instrumental; póstumos), Toots & the Maytals (Mejor Disco Reggae; póstumo), Fito Páez (Mejor Disco de Rock o Alternativo Latino), Natalia Lafourcade (Mejor Disco de Música Mexicana). Lista completa: https://bit.ly/3lvV4Cc.
La parte positiva es que a los artistas que ganan, esto les sirve pues su trabajo se cotiza mucho más; y si actúan en la transmisión, tal promoción implica un plus en sus carreras.
Mención aparte merece el cómo resolvieron la ceremonia el 14 de marzo, a pesar de la pandemia; es de reconocerse que fue creativa al instalar un escenario al aire libre donde los asistentes se iban rotando; los actos musicales fueron pregrabados, lo que le imprimió personalidad estética y control de calidad a cada uno. Los agradecimientos y conducciones, vía remota, le dieron dinamismo (si siempre lo hicieran así, sería menos tedioso y decadente). Lástima que la mayor parte fue para darle aire a las figuras que de por sí ya saturan el repetitivo universo comercial actual: Beyoncé, Billie Eilish, Taylor Swift, Dua Lipa, Megan Thee Stallion, Harry Styles, BTS, Lady Gaga, Ariana Grande, Bad Bunny.
Twitter: patipenaloza