El Grupo Técnico Asesor de Vacuna Covid-19 (GTAV) en México –integrado por expertos de diversas disciplinas– mantiene la recomendación de uso en población mayor de 18 años, incluyendo adultos mayores, de las cuatro vacunas disponibles en el país: Pfizer-BioNTech; AstraZeneca-Oxford; Sputnik V y Sinovac, afirmó Gustavo Reyes Terán, titular de la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad.
Al participar en la videoconferencia Política Nacional de Vacunación: Recomendaciones del Grupo Técnico Asesor de Vacunación contra Covid-19, convocada por el Instituto Nacional de Salud Pública, reconoció que si bien la muestra de eficacia en adultos mayores es limitada, “el riesgo de enfermedad grave por Covid-19 es muy alto y hay evidencia de respuesta inmune y seguridad”.
En el caso de embarazadas, la recomendación de GTAV, atribuible a las cuatro vacunas en uso, es que si bien la eficacia y seguridad (en ensayos clínicos controlados) es “limitada o ausente, teóricamente no hay riesgo para la embarazada o el feto”, en el caso de biológicos con plataformas tecnológicas que usen el RNA mensajero, adenovirus no replicantes o inactivados.
Frente al riesgo de desarrollar Covid grave, con impacto en muerte fetal y aborto, Reyes Terán explicó que la decisión de vacunación “debe evaluar la relación riesgo-beneficio específica, informada por su médico tratante”.
Agregó que también se debe considerar el beneficio en condiciones de alto riesgo, como trabajadoras de la salud o con comorbilidades. Y subrayó que después de recibir toda la información, “es la embarazada quien debe decidir”.
Y en aquellas que recibieron la primera dosis y posteriormente conocieron su embarazo, “se debe proceder con lo recomendado antes y ofrecer la segunda dosis”. En mujeres lactantes, indicó, el GTAV considera que “no hay razones ni evidencia científica que sugiera que estas vacunas deben contraindicarse”.
En el caso de quienes han recibido distintos tipos de transfusiones de hemoderivados, indicó, se reconoce que el haber recibido suero o plasma podría ser problemático por la presencia de anticuerpos que puedan interferir con la respuesta inmune de la vacuna, por lo que se recomienda la vacunación 90 días después de la transfusión