La solicitud del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana a Petróleos Mexicanos para que su ex líder Carlos Romero Deschamps sea jubilado conforme al contrato colectivo de trabajo “es parte del procedimiento para cualquier trabajador” en condición de retiro, pero “moralmente es un robo y que no pueda rendir cuentas”, dijeron líderes disidentes del gremio.

Mientras, las dirigencias de PAN y PRD consideraron ayer que el gobierno federal está dando impunidad a Romero, pese a las acusaciones de desvío de recursos que hay en su contra, lo cual deja ver que el presidente Andrés Manuel López Obrador decide a quién se le aplica la ley y a quién no, como hacían los gobiernos priístas.

María de Lourdes Díaz Cruz, dirigente del Movimiento Nacional de Transformación Petrolera, calificó de “actitud deleznable el querer tener esos derechos [de jubilación], pues obviamente reflejan la impunidad que existe entre Pemex y Romero Deschamps”.

Sergio Carlos Morales Quintana, líder del Frente Nacional Petrolero, señaló que la solicitud “contractualmente está bien aplicada, aunque es una inmoralidad, ya que no es justo que todavía lo estén premiando”.

El vocero del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, Fernando Herrera, destacó que el de Romero es un caso ilustrativo de que la administración federal arregla las cosas al viejo estilo de los años 70, cuando el presidente decidía a quién aplicar la ley.

Ángel Ávila, de la dirigencia nacional del PRD, consideró que otra vez ha quedado de manifiesto que la lucha contra la corrupción del gobierno es “de risa, una comedia y una acción selectiva”, pues cuando se llega a acuerdos políticos, el ex líder sindical “se puede ir con sus hijos y sus Ferraris a vivir como millonario a costa del erario. Si le sirves a la 4T no hay persecución”.