Ciudad de México. Si México no se hubiese apresurado para negociar contratos de precompra con las diferentes empresas que producen la vacuna contra el Covid-19, los biológicos habrían llegado al país hasta el segundo semestre de 2021, aseveró el canciller Marcelo Ebrard Casaubón.
Esta noche, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) participó en el primer capítulo del programa Voces de la Salud, producido por TecSalud y el Tecnológico de Monterrey, donde hizo un recuento de los esfuerzos internacionales encabezados por la dependencia a su cargo para la adquisición de los antídotos.
Agregó que la lección de la pandemia para México debe ser apostar por la ciencia, la educación y la salud, además de la colaboración interinstitucional, para que nuestro país tenga autosuficiencia y que ante una crisis similar en el futuro, pueda responder y no estar en una situación tan vulnerable como la actual por la falta de capacidades para la producción de insumos.
En la emisión, conducida por Guillermo Torre, rector de TecSalud y vicepresidente de Investigación del Tecnológico de Monterrey, Ebrard destacó que pese a los riesgos que implicaba hacer contratos para adquirir las vacunas producidas a partir de tecnologías nuevas y de las que se desconocía su eficacia, la apuesta era más relevante pues implicaba acceder a éstas lo más pronto posible.
Y es que, recordó, hay dos grupos de naciones en esta lucha por los biológicos: las que dependen de la producción de otros y las que los fabrican.
Refirió que a la fecha, hay al menos una centena de países no tienen muy pocas vacunas o incluso no cuentan con una sola.
“Si no se hubiese realizado la adquisición temprana, nos hubiéramos ido al segundo semestre (…) Porque además se veía el fenómeno del nacionalismo de las vacunas, señaladamente de Estados Unidos y otros países, en el sentido de primero terminar de vacunar a su población y después permitir la exportación. Sin esas precompras, México no tendría vacunas, no lo habríamos logrado”.
El canciller remarcó que “la gran lección que nos va a dejar la pandemia es que México no puede volver a enfrentar una circunstancia como la que estamos viviendo son producir productos propios. Eso es una vulnerabilidad”.
Destacó la experiencia de colaboración con diferentes sectores, nacionales e internacionales, que también ha dejado la crisis sanitaria. En particular entre las instituciones de investigación públicas y privadas del país y su comunidad científica; así como la coordinación allende las fronteras, en particular con América Latina y el Caribe o naciones como China y Rusia.