El domingo pasado, la jefa de Gobierno visitó los talleres de la estación Zaragoza y anunció que se invertirán4 mil 500 millones de pesos para modernizar la infraestructura de suministro eléctrico de las líneas 1, 2 y 3 del Metro, las más importantes porque transportan más de 50 por ciento de los pasajeros diarios. Explicó que estos recursos se suman a los 37 mil millones del proyecto multianual para renovar integralmente la línea 1, que incluye renivelar vías y comprar nuevos trenes. Esta modernización, dijo la jefa de Gobierno, permitirá reducir el tiempo de recorrido de Pantitlán a Observatorio de 40 a 30 minutos y transportar 322 mil pasajeros diarios adicionales.
Para evaluar la importancia de este compromiso, habría que comparar el funcionamiento del Metro de la Ciudad de México (CDMX) con sus equivalentes en el mundo. Existe una organización, la Comunidad de Metros, que desde hace casi 30 años ha reunido a los principales metros del mundo. A iniciativa del Metro de Hong Kong, en 1994 se formó un grupo de benchmarking, es decir, evaluación comparativa, formado por los metros de Hong Kong, Londres, París y Berlín, al que se conoció como el grupo de los 5. Dos años después, se incorporaron el STC Metro de la CDMX, Sao Paulo y Tokio. Estos ocho metros formaron el Grupo CoMET. Un año después se unió el Metro de Moscú que, como los otros ocho grandes metros, tenían una característica que los hacía singulares: trasportaban más de mil millones de pasajeros al año.
Este grupo se expandió creando el Grupo Nova, inicialmente formado por siete sistemas medianos, utilizando los mismos principios del benchmarking desarrollados y probados por el Grupo CoMET. Hoy los dos grupos se han fusionado, creciendo hasta llegar a 42 metros en 39 importantes ciudades. La relevancia de la propuesta ha llevado a que se cree un Grupo Internacional de Autobuses, de Trenes Suburbanos, de Autobuses Americanos y de Trenes Ligeros de Norte América.
La idea fundamental, para aprovechar la participación en un grupo como este, es que cada sistema de transporte tiene áreas en las que es excelente, o muy bueno, pero otras en las que puede aprender de los otros participantes, para lo cual el grupo ofrece un foro en el que es posible identificar esas lecciones y ponerlas en práctica en las áreas de oportunidad existentes, que en nuestro Metro son innumerables.
El benchmarking se define “como un enfoque estructurado para identificar acciones que conduzcan a un desempeño superior”. En el transporte urbano se ha enfocado principalmente en cuestiones que puedan ponerse en marcha, que mejoran el desempeño y las estrategias de información.
El Metro de la CDMX ha participado en las reuniones anuales de la Comunidad de Metros, e incluso ha sido sede en 2003 y 2014. Conoce las mejores prácticas de los sistemas de transporte más importantes del mundo. Su desempeño puede medirse utilizando los 30 indicadores claves de alto nivel, establecidos por el grupo de metros que proponen comparaciones en siete importantes áreas: crecimiento, aprendizaje e innovación, cuestiones financieras, servicio al cliente, procesos internos, seguridad y asuntos del entorno. Se reconoce que el benchmarking ha sido provechoso ya que, sostenido en los siguientes principios: colaboración, confidencialidad, continuidad, velocidad e independencia, ha permitido que muchos metros mejoren su desempeño en diversos ámbitos.
Desafortunadamente, pese al conocimiento de las posibilidades para hacer de nuestro Metro uno de los mejores del mundo, desde hace años la desatención a problemas en prácticamente todas las áreas del sistema ha deteriorado consistentemente la calidad del servicio que ofrece a sus más de 5 millones de pasajeros diarios.
Lo importante no está en reponer condiciones de funcionamiento que se perdieron por años de mantenimientos inadecuados ni en actuar como si los problemas se localizarán en algún sitio particular. Es indispensable cambiar de enfoque. La CDMX requiere un sistema de transporte colectivo que cubra la ciudad entera, eficiente y moderno, que haga viables los otros modos de transporte, que son evidentemente complementarios.
Sustentar la movilidad de la ciudad en el Metrobús es incorrecto. Otras ciudades del mundo atestiguan que cuando hay un Metro eficiente, con trenes suficientes, con modernos sistemas de pilotaje automático y señalización, es posible tener frecuencias entre tren y tren de 50 segundos, como ocurre en Moscú lo que le permite transportar a 9.3 millones de pasajeros diarios. Es posible y necesario por el bien de todos en esta complicada ciudad.