Londres. Niños, algunos de apenas 11 años, fueron asesinados en Cabo Delgado, provincia del noreste de Mozambique afectada por una insurrección yihadista, denunció el martes la ONG británica Save the Children.
Cerca de 670 mil personas huyeron de los ataques de grupos armados que aterrorizan desde hace más de tres años esta provincia rica en gas. El conflicto provocó al menos 2 mil 600 muertos, de los cuales la mitad eran civiles, indicó la organización.
“Las informaciones sobre ataques contra niños nos asquean”, comentó Chance Briggs, responsable de Mozambique en la ONG, que compila los testimonios de familias desplazadas, entre ellas el de una madre de 28 años, que cuenta como su hijo de 12 años fue decapitado cerca del lugar donde se escondía con sus otros tres hijos.
“Esta noche nuestro pueblo fue atacado y nuestras casas quemadas”, precisó la madre.
“Tratamos de huir al bosque, pero tomaron a mi hijo mayor y lo decapitaron. No pudimos hacer nada porque nos hubieran matado también a nosotros”.
Otra mujer, de 29 años, explica que huyó de su pueblo en condiciones difíciles con tres de sus cuatro niños, tras el asesinato de su hijo de 11 años por hombres armados.
“Todas las partes en ese conflicto deben asegurar que los niños no sean nunca tomados como objetivo”, declaró Chance Briggs.
“La violencia debe cesar y las familias desplazadas deben ser apoyadas”, insistió, subrayando que cerca de un millón de personas están amenazadas por el hambre.
Un grupo llamado localmente como Al Shabab (“los jóvenes”, en árabe) lanzó una sangrienta insurrección en 2017 en la provincia de Cabo Delgado, de mayoría musulmana, fronteriza con Tanzania, antes de jurar lealtad en 2019 al grupo Estado Islámico (EI).
A principios de marzo, Amnistía Internacional acusó a las fuerzas mozambiqueñas y a mercenarios de haber matado indiscriminadamente a civiles durante su lucha contra la rebelión yihadista.