Ciudad de México. Bank of America (BofA) aumentó 3 a 4 por ciento su previsión para este año, dado que el producto interno bruto (PIB) de México ha estado ligado al de Estados Unidos desde que entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. “Es natural esperar que una economía estadounidense en auge saque a la economía mexicana del gran agujero que es actualmente”, explicó en un reporte a inversionistas.
La firma estadounidense abundó que si bien el ciclo económico de México se une al de Estados Unidos por el sector exportador, desde 2018 hay un desfase entre ambas economías y se debe a que las políticas internas de cada país son dispares, situación que continuaría durante la recuperación.
Mientras para la economía estadounidense prevé crecimiento de 6.5 por ciento en 2021, después de la caída de 3.5 por ciento en 2020; para la mexicana estima un avance 4 por ciento, tras el colapso de 8.5 por ciento el año pasado. Con dichos números, BofA consideró que Estados Unidos recupera niveles de producción previos a la pandemia en el tercer trimestre de este año y que México lo hará hasta 2023.
Para el 2022 estima que el PIB avance 2 por ciento, dado que la incertidumbre política en México ha sido alta desde la cancelación del aeropuerto de la Ciudad de México en octubre de 2018 “y ha continuado hasta el día de hoy” con la reforma eléctrica. El “cambio equivale a una expropiación indirecta de activos y ya ha sido suspendido provisionalmente por los tribunales. Será combatido por empresas en tribunales nacionales e internacionales, pero el daño ya está hecho”, consideró el banco estadounidense.
También apuntó que la “política fiscal muy estricta seguirá siendo un importante obstáculo para la economía”. Por un lado, cuestionó que el gasto de emergencia en México haya sido menos de 1 por ciento del PIB y la forma en que el Servicio de Administración Tributaria hizo que las empresas —que debían impuestos de años previos a la crisis— pagaran. “Es probablemente el principal elemento que amplificó el impacto negativo de la pandemia y la principal razón por la cual la economía mexicana cayó 5 puntos porcentuales más que la economía estadounidense”, consideró.
Agregó que tanto el consumo como la inversión no han podido recuperarse desde que golpeó la pandemia “y creemos que la alta incertidumbre política y la política fiscal estricta tienen mucho que ver con eso”. También como factores a la baja se contemplan los casos diarios y muertes por Covid-19, pues se estima una tercera ola de casos altos y hospitalizaciones, a lo que abona un proceso de vacunación que sólo ha cubierto al 3.5 por ciento de la población.
Subrayó que la economía mexicana seguirá creciendo a dos velocidades. Las exportaciones impulsadas por la demanda estadounidense y las remesas crecerán, pero el resto de la economía mexicana permanecerá débil. Como muestra, el sector automotriz en el mercado interno no da visos de plena recuperación, pero en la manufactura que vende al exterior ya se encuentra en esos niveles, ejemplificó.
“Un cambio en las políticas internas en México puede tener un gran impacto inmediato en el crecimiento”, consideró el banco; el mercado asume que Morena obtendría mayoría en las elecciones de mediados de 2021.