Los Ángeles., Hace un año, el fotógrafo Alberto Rodríguez habría estado peleando por un lugar para conseguir fotos de celebridades en alguna alfombra roja de la agitada temporada de premios de Hollywood.
Hoy, con las ceremonias de premiación realizadas en formato virtual, es más posible encontrar al veterano fotógrafo de 20 años de carrera entregando comida para Uber.
“Mi último estreno hecho y derecho fue Mulan, creo que fue el 9 o 10 de marzo del año pasado”, recordó Rodríguez. “La siguiente asignación fotográfica que pude conseguir fue en octubre”.
La pandemia del coronavirus no sólo cerró cines, salas de música y detuvo la producción de decenas de películas y programas de televisión.
También dejó sin empleo a los guardias de seguridad, floristas, proveedores de catering, camareros, conductores de limusinas y fotógrafos que se ganan la vida gracias a las fiestas, estrenos de películas y almuerzos que el mundo del espectáculo realiza entre enero y marzo debido a los premios Golden Globe, Grammy, Óscar y otros actos.
Un reporte de 2013 del Consejo de Desarrollo Económico de Los Ángeles dijo que la temporada de los Óscar inyectan unos 130 millones de dólares a la economía de la ciudad cada año.
Pero como las premiaciones de éste se realizarán mayormente en línea, sin audiencias en vivo, alfombras rojas, fiestas y aficionados, quienes ganan su sustento entre bambalinas tienen problemas para llegar a fin de mes.
Rodríguez dice que perdió más de la mitad de sus ingresos, a pesar de que en ocasiones ha trabajado entregando comida o ha debido recurrir a los subsidios por desempleo.
“El pasado año, en lo relacionado con la fotografía tuve cinco o seis días de tomas y eso fue durante un periodo en el que puedes trabajar hasta 200, 240 días en un año normal”, sostuvo.
One Events, una agencia de personal de Los Ángeles que brinda servicios de camareros para los actos de los Premios de la Academia y los Grammy, ha visto una caída de 70 por ciento en sus ventas durante el año pasado.
“Realmente hemos tenido problemas como empresa y como industria, y hemos visto a algunos de nuestros amigos hundirse, ya que no pudieron soportarlo”, lamentó el propietario de One Events, Nickolas Potocic.
En un año normal, Red Carpet Systems de Toni Kilicoglu brindaba alfombras para entre 25 a 50 actos a la semana, incluidas fiestas de la revista Vanity Fair, Elton John o el ejecutivo de la industria de la música Clive Davis.
“El récord es de 15 fiestas en un día”, dijo Kilicoglu. “Durante la temporada de premios, no duermo mucho. Simplemente no para”, comentó, describiendo su vida antes de la pandemia.
Esta temporada, Kilicoglu estima que ha perdido cerca de 80 por ciento de su negocio de actos. Ha dado un giro para producir divisores de plexiglass para negocios esenciales y grandes fondos para que la gente los use en videollamadas.
“Es triste, es deprimente, pero no hay nada que podamos hacer. Sólo tenemos que esperar y ser pacientes”, indicó.