Roma. Alemania, Francia, Italia, España y Portugal suspendieron ayer la aplicación de la vacuna contra el coronavirus de AstraZeneca ante reportes de que algunas personas sufrieron coágulos sanguíneos, a pesar de que tanto la compañía farmacéutica como el ente regulador europeo y la Organización Mundial de la Salud (OMS) insistieron por separado en que dicha reacción no tenía que ver con las inyecciones.
En el mundo se han administrado más de 373 millones de dosis de vacunas anti-Covid. La de AstraZeneca, una de las más baratas, es crucial para las naciones más pobres, pero en Europa ya son al menos 19 los países, entre ellos Irlanda, Holanda, Dinamarca, Noruega, Bulgaria y Eslovenia, que frenaron su uso por temor a que provoque trombos, algo que no se ha demostrado.
Autoridades noruegas informaron ayer que una segunda persona que recibió el inmunizante de AstraZeneca murió a causa de una hemorragia cerebral. Las autoridades alemanas indicaron que suspenderán su uso temporalmente siguiendo el consejo del ente regulador.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció que su país también la suspenderá, después de que España, Italia, Portugal, Chipre y Letonia comunicaron por separado una pausa como precaución.
Estonia, Lituania, Eslovenia, Luxemburgo y Rumania han dejado de utilizar lotes concretos mientras continúa la investigación.
En contraste, el ministro de Sanidad belga, Frank Vandenbroucke, calificó de “irresponsable” una posible suspensión de la vacunación y señaló que “la de AstraZeneca es una vacuna que protege muy bien y contundentemente contra el Covid-19. En los próximos días miles de personas serán vacunadas, en especial los mayores, algo muy positivo porque estas personas son vulnerables”.
En América, Venezuela señaló que no autorizará el fármaco de AstraZeneca por “los efectos que tiene sobre pacientes”. Mientras el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, instó a aceptar dicha vacuna al afirmar que es segura.
La OMS insistió en que se debería seguir utilizando este antígeno, aunque anunció que sus expertos se reunirán esta semana para analizar la situación con este fármaco. “No queremos que la gente entre en pánico y, por el momento, recomendamos que los países sigan vacunando con AstraZeneca”, declaró la responsable científica de la institución, Soumya Swaminathan.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) anunció que celebrará una “reunión extraordinaria” el jueves sobre este medicamento, pero aseguró que los beneficios de este inmunizante siguen siendo mayores que los riesgos.
El director del grupo de inmunológicos de la Universidad de Oxford, Andrew Pollard, aseguró que “hay pruebas muy tranquilizadoras de que no hay un alza en el fenómeno de los trombos en Reino Unido, país en el que se han administrado hasta ahora la mayoría de las dosis de Europa”.
Europa, el continente más afectado por la pandemia, superó el umbral de los 40 millones de casos, según un balance de Afp.
Los contagios a nivel global aumentaron 11 por ciento en la última semana, lo que hace temer que las medidas para frenar la propagación de la pandemia están fallando, informó la OMS.
En Italia, casi 40 millones de personas iniciaron ayer un nuevo confinamiento por el aumento de los contagios debido a las variantes del virus. En Polonia, las autoridades endurecieron restricciones en dos regiones más, incluyendo la capital, Varsovia, y una provincia del oeste que hace frontera con Alemania.
Francia, que esperaba evitar otro confinamiento a nivel nacional, intenta descongestionar las unidades de cuidados intensivos de la región parisina, evacuando a enfermos hacia otras regiones por vía aérea y con “una operación masiva”, en tren, hacia finales de semana.
Rusia anunció ayer acuerdos para producir la vacuna anti-Covid Sputnik V con empresas de Italia, España, Francia y Alemania, a la espera de que el inmunizante sea homologado en la Unión Europea.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien volvió a criticar las políticas de restricción al movimiento, anunció un nuevo cambio de ministro de Salud –el cuarto funcionario en el cargo durante la pandemia–, el doctor Marcelo Queiroga.
Mientras las muertes ascienden a casi 280 mil, el gobierno brasileño espera acelerar la vacunación que avanza a ritmo lento con una compra de 100 millones de dosis de Pfizer, entregadas hasta septiembre.
Al tiempo, calles y andenes de algunos barrios de Sao Paulo, Brasil, estaban vacíos por las estrictas restricciones, sin embargo, el metro lucía atestado.
El saldo global por la pandemia es de 120 millones 180 mil 592 contagios y 2 millones 659 mil 623 muertes, según la Universidad Johns Hopkins.