La pandemia ha afectado de forma diferenciada a los trabajadores migrantes internacionales, los cuales suelen ser más vulnerables debido a su inserción laboral precaria, el menor acceso a los sistemas de protección social, la carencia de redes de apoyo como aquellas con las que cuentan en su país de origen, la discriminación, la exclusión legal y el desconocimiento de procedimientos administrativos, reportó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
En los primeros meses de los brotes de Covid-19 en México y Centroamérica, 51 por ciento de los trabajadores migrantes perdieron sus empleos, muestra el Panorama Social 2021. Entre los que se mantuvieron ocupados, 41 por ciento resintieron una reducción en su salario como trabajador remunerado; 5 por ciento no recibieron pago; 7 por ciento tuvieron una reducción en su ingreso al ser trabajadores independientes y los demás no vieron una afectación en sus ingresos, muestra el documento citado.
En suma, entre los que mantuvieron sus empleos 53 por ciento sufrieron una reducción de sus ingresos laborales o no recibieron pagos a causa de la pandemia. Eso, entre quienes retuvieron un espacio en el mercado laboral, ya que sólo 20 por ciento del total de la población migrante tenía algún empleo y 71 por ciento era asalariada.
Además, 44 por ciento de quienes se mantuvieron con algún trabajo tuvieron un recorte en el número de horas trabajadas, 26 por ciento no se vieron afectados, 20 por ciento pasó a teletrabajar y otro 10 por ciento aumentaron el número de horas trabajadas, se detalla en el reporte.
Bajo dicho contexto, 21 por ciento de la población migrante en Centroamérica y México contempla retornar a su país de origen, muestra una encuesta sobre el impacto de la pandemia llevada a cabo por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), y consignada por la Cepal.
La principal razón para regresar es la falta de ingresos y el alto costo de la vida en el país de destino, esto en 50 por ciento de las personas consultadas, seguida por un cambio de opinión sobre el proyecto migratorio para 32 por ciento y el desempleo para 18 por ciento.
La Cepal subrayó que el trabajo es el principal mecanismo para promover la igualdad y constituye un “eslabón fundamental para la inclusión social”, dado que genera la mayor parte del ingreso de los hogares de la región. Sin embargo, la pandemia ha significado “un gran retroceso en varios indicadores laborales. La crisis, en una región ya de por sí muy desigual, tiene un gran potencial para incrementar la desigualdad, al profundizar las brechas y la vulnerabilidad que ya se constataban en el mundo del trabajo y en el acceso a la protección social antes de la crisis”, advirtió.