Ciudad de México. La desigualdad en América Latina aumentó 5.6 por ciento el año pasado, medida a través del coeficiente de Gini. Nos espera otra década perdida y ni con el rebote de crecimiento en 2021 y los próximos dos años se logrará recuperar los niveles de la actividad económica previos a la pandemia, expuso Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Al presentar cómo va la región en la cobertura de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, dio cuenta que en 56 de 177 series que conforman ese proyecto ya se alcanzó la meta o la tendencia es positiva para alcanzarla en 2030; en 56 más la tendencia es positiva, pero insuficiente para lograr lo planeado y en 65 la región va en retroceso.
A dicho contexto se suma un rezago en el acceso a la vacunación, dado el acaparamiento por economías de alto ingreso, de tal manera que sólo cuatro países de América Latina –“más periféricos que nunca”– lograrán vacunar a la gran parte de su población entre 2021 e inicios de 2022, pero la mayoría no lo logrará sino hasta 2023, expuso Bárcena.
La crisis por Covid-19 ha representado 218 mil fallecimientos y 22.7 millones de contagios. Esta situación ha representado un exceso de mortalidad y la reducción de medio año en la esperanza de vida para los habitantes de la región. Los factores de riesgo son la edad, sexo, pobreza, hacinamiento, así como una estructura fragmentada en el servicio de salud, dio cuenta la Cepal.
Además de pedir a la comunidad internacional que se haga de la vacuna un bien público, Bárcena aconsejó una reforma de la arquitectura de la deuda multilateral, incluyendo a las agencias calificadoras de riesgo que hicieron una baja de calificación en 13 países de la región en época de pandemia. América Latina es la región más endeudada del mundo y 57 por ciento de los ingresos por exportaciones se pierden en el pago del servicio de la deuda, contextualizó.
La Cepal ha reiterado que tras una contracción de 7.7 por ciento el año pasado en la región, en desempleo hay 44 millones de personas, en pobreza extrema 78 millones y en pobreza 203 millones de personas, uno de cada tres habitantes. Todo esto pese a las medidas de emergencia que implementaron los gobiernos ante la crisis de Covid-19.
Aún con el efecto general de la pandemia, la población de menos ingresos se vio más afectada, como muestra el acceso a una ocupación. Hay más de 42 millones de hogares sin Internet y si bien 21.3 por ciento de los ocupados puede teletrabajar, esto sólo es posible para 3 por ciento de los trabajadores en el quintil 1 –el de menor ingreso– y 70 por ciento en el quintil 5.
También en la inauguración del Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible 2021, Amina Mohammed, vicesecretaria general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), explicó que la crisis de Covid-19 significó la peor caída económica en historia de la región, se sumó a brechas estructurales, desigualdades, baja productividad y altas tasas de desempleo.
Expuso que si bien Covax es el proyecto de la ONU para garantizar acceso equitativo a la vacuna, “quedan muchos meses para lograr dosis y cobertura adecuada”.
Munir Akram, presidente del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, agregó que es necesario una ampliación a la Iniciativa de Suspensión del servicio de la deuda, dado que sólo tres países en la región pudieron acceder a ella.